Los indicadores económicos empiezan a cambiar de tendencia. Por primera vez en mucho tiempo, los organismos internacionales ven, también en España, "fuertes signos de recuperación" --en expresión de la OCDE-- y algunos analistas empiezan a corregir sus previsiones; pero no para empeorarlas, sino para mejorarlas. Vuelve la pugna entre optimistas y pesimistas, tras un tiempo en el que sólo había de los últimos. Pero al hablar del empleo, hasta el Gobierno admite que la recuperación será más tardía. Los expertos consultados coinciden en su mayoría en que la creación de empleo no volverá hasta el 2011, aunque el economista jefe de Intermoney, José Carlos Díez, más optimista, apuesta a que a partir del verano del 2010, también en este árbol, pueden aparecer los primeros brotes verdes.

Los expertos coinciden en que la recuperación llegará con retraso a la economía española, pero no hay unanimidad en el cuándo: "Se volverá a crecer en el cuarto trimestre del 2009", dice Díez. El lastre de la construcción, el endeudamiento de familias y empresas y el elevado desempleo pesan en la cuesta arriba de salida de la crisis.

La falta de crédito a familias y empresas se entiende como "uno de los problemas más graves" que persiste en la economía española. El proceso de saneamiento y de concentración entre entidades --en particular, en las cajas-- puede ayudar a deshacer el nudo de la cuerda que tirará de la actividad económica.

Muchos expresan su preocupación por la industria, a donde --opinan-- todavía no ha llegado toda la onda expansiva de la crisis. "Se mantendrá la sangría de destrucción de empleo. Una vez que el ajuste en la construcción ya se ha llevado a cabo de manera intensa; ahora toca a la industria, lo que se canalizará, a través de expedientes de regulación de empleo y de destrucción de empleo con contrato indefinido. Esto es algo que que ya se está observando en los últimos meses y, desgraciadamente, es posible que este proceso continúe incluso en el 2010". Así lo teme Santos M. Ruesga, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Autónoma de Madrid.y uno de los 700 firmantes de la declaración El trabajo, fundamento de un crecimiento económico sostenible , contraria a la reforma del despido, pero, a favor de una negociación colectiva flexible.

"Apostar por el sector industrial es la única manera de salir de la crisis y crear empleo", opina el presidente del Instituto Español de Analistas Financieros, Xavier Adserá.

SIN PRISAS Las medidas del Gobierno han sido eficaces --coinciden-- para parar el primer golpe de la crisis, pero ahora hacen falta reformas. Ninguno de los expertos consultados cree que las cuentas públicas se puedan encarrilar en la senda que marca la Unión Monetaria (para reducir el déficit público al 3% del PIB en el 2012), pero alguno subraya que los esfuerzos también corresponden a autonomías y ayuntamientos, subraya Rafael Doménech, del Servicio de Estudios del BBVA. En general, estos economistas no ven necesidad de acometer con demasiada prisa el ajuste del déficit --"no es necesario que empiece el año próximo", dice Doménech-- para evitar una recaída en la recesión, pero sí exigen un plan claro.