No es oro todo lo que reluce en China. Tocadas por la crisis económica mundial que reduce las ventas, así como por el alza de los costes de producción, miles de fábricas pueden cerrar. La rica provincia de Guangdong, especializada en las manufacturas que se exportan, perderá 9.000 de sus 45.000 fábricas instaladas en Cantón, Dongguan y Shenzhen antes de enero, según la Asociación de Empresas Extranjeras de Dongguan. Para esta patronal, la demanda de productos de la región disminuirá un 30%.

"Si la situación de la firmas exportadoras y el paro empeoran, ese no será el mejor efecto para el Gobierno", manifestó Eddie Leung, su presidente. Los cálculos son que 2,7 millones de personas perderán el empleo, pero que el número total podría ser todavía mayor.