España sufre la mayor rebaja en las previsiones de crecimiento entre los grandes países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Según los pronósticos semestrales publicados ayer en París, el crecimiento español quedará este año en el 1,6% (nueve décimas menos que la previsión de hace seis meses) y en el 2009 será del 1,1%, con un desplome de 1,3 puntos sobre la previsión anterior.

España soporta un recorte mayor en parte porque hasta ahora crecía más que la media de la zona euro. Pero las cifras son inequívocas sobre la incidencia de la crisis económica debida al hundimiento de la construcción y del mercado inmobiliario, que repercute en la demanda interior, y a la subida del precio del petróleo. Estos dos factores, junto con la crisis derivada de las hipotecas subprime en EEUU, son las causas del debilitamiento de la economía.

ATONIA EN 18 MESES La OCDE prevé para España un crecimiento "átono" durante los próximos 18 meses. Recuerda que "el crecimiento de la demanda interior, en particular del consumo y de las inversiones en la construcción, ha sido menos dinámico" y que "la concesión de créditos hipotecarios ha bajado cerca del 25%" en términos anuales. Y pronostica que "el retroceso en las inversiones en la construcción de viviendas debería acentuarse".

En el primer trimestre del año, la caída de los precios de la vivienda fue del 1,1% en España. Este fenómeno se repetirá en otros cinco países (EEUU, Reino Unido, Dinamarca, Irlanda e Islandia), mientras que en otros muchos se estabilizará, según el economista jefe de la OCDE, Jorgen Elemskov. "Hay que reconocer que España conoció una fase de inversión en la construcción que no podía durar", dijo Elemskov, quien eludió responder si España podría entrar en recesión.

La OCDE augura que el superávit se reducirá "sensiblemente en el 2008 y debería desaparecer en el 2009". También prevé un freno en el crecimiento de las exportaciones y un descenso mayor de las importaciones. El paro alcanzará el 9,7% en el 2008 y saltará la barrera del 10% (10,7%) en el 2009, lo que mantendrá el crecimiento de los salarios reales en índices moderados. La inflación prevista es del 4,6% para este año y del 3% para el 2009.

Como aspecto positivo, la OCDE destaca la "solvencia" del sistema financiero español.