La ola de fusiones en el sector financiero por la crisis, augurada hasta por el presidente del Gobierno, ha comenzado a levantarse. Las cajas de ahorro, eso sí, afirman que no tomará mucha altura. "Hay varios proyectos en distinto nivel de concreción, y algunos que sí parece que van adelante, pero no creo que este año fructifiquen más de dos", mantuvo ayer Juan Ramón Quintás, presidente de la CECA, patronal del sector.

La operación que está más avanzada es la unión de Unicaja con la Caja Castilla-La Mancha (CCMM). El consejo de la entidad malagueña aprobó ayer por unanimidad --incluidos los representantes del PP-- autorizar al presidente, el antiguo consejero socialista Braulio Medel, a seguir negociando la operación.

La otra operación que cuenta con más opciones de concretarse este ejercicio, según fuentes de la confederación, es la unión de Caja Badajoz y Caja Extremadura, promovida por el presidente regional, Guillermo Fernández Vara. Otras --como la gran caja andaluza, la fusión de las vascas, o la creación de una plataforma común por las castellano leonesas-- se enfrentan a más escollos.

OPOSICION Sin concretar, Quintás insinuó que hay otra posible operación entre cajas de distintas comunidades que resulta "en estos momentos" políticamente inviable por la oposición de uno de los dos gobiernos regionales.

Las cajas ganaron 6.829 millones el año pasado, el 38,7% menos que en el 2007, tras destinar 2.025 millones a provisiones voluntarias para afrontar la crisis. La morosidad se disparó del 0,98% al 3,68%, y la CECA prevé que llegue este año al 7%.