Los ministros de Economía y Finanzas de la zona euro rechazaron ayer la idea del presidente francés, Nicolas Sarkozy, de suspender el IVA de los carburantes para compensar el fuerte encarecimiento del petróleo. Los ministros solo aceptaron que los estados puedan conceder "ayudas temporales" a los sectores y grupos de población más vulnerables y desfavorecidos, con la condición de que sean ayudas "muy focalizadas y que no distorsionen el funcionamiento del mercado europeo", precisó el comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Joaquín Almunia.

Ante la gravedad del impacto de la escalada sin fin de los precios del crudo, el Eurogrupo (consejo informal de ministros de la zona euro) se comprometió a estudiar "las medidas políticas que pueden adoptarse para aliviar la carga que deben soportar las capas más desfavorecidas de la población", explicó su presidente y primer ministro luxemburgués, Jean-Claude Juncker.

Entre las medidas que estudiará la Unión Europea (UE) figuran: la publicación semanal de las reservas comerciales de petróleo para frenar la especulación, ayudas sociales a los más desfavorecidos y propuestas sobre la tributación de las compañías petrolíferas, según explicó la ministra francesa de Finanzas, Christine Lagarde.

Los ministros, sin embargo, se reafirmaron en su compromiso de no adoptar rebajas fiscales para amortiguar el alza del precio. El vicepresidente económico, Pedro Solbes, defendió que la respuesta debe ser la reducción del nivel de consumo y el aumento de la eficacia energética.

El responsable de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), Nobuo Tanaka, reclamó "una revolución energética" para recortar la demanda y combatir la tercera crisis del petróleo de los últimos 35 años.