El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, anunció ayer que el conjunto de las administraciones públicas cerrará este año con un superávit "superior" al 1% del producto interior bruto (PIB), lo que --según dijo-- confirma que "las cuentas públicas están saneadas, especialmente las del Estado". Al mismo tiempo, la deuda pública del Estado se reducirá hasta el 43% del PIB, una tasa que el presidente juzgó "magnífica".

De este modo, el 2005 no sólo será el primer año de la historia reciente con superávit. Además, presentará un balance mucho más positivo de lo que había presupuestado el Gobierno, que había estimado un superávit del 0,1% del PIB. El superávit será de unos 9.800 millones de euros, frente a los 900 previstos (1,6 billones de las antiguas pesetas, en lugar de 150.000 millones).

La buena marcha de las cotizaciones a la Seguridad Social aportan la mayor parte del superávit público. Además, como principal novedad, el Estado también logrará cerrar sus cuentas con superávit, frente al déficit del 0,4% del PIB presupuestado, gracias a la excelente marcha de los ingresos tributarios. Las administraciones territoriales aportarán un déficit aproximado al 0,1% del PIB.

OPTIMISMO En una intervención ante el Patronato de la Fundación de Estudios Financieros --del que el jefe del Gobierno es presidente de honor--, Zapatero destacó el ritmo de crecimiento de la economía, del 3,5%, y la reducción de la tasa de paro hasta el 8,4%, "la cifra más baja desde 1979". El presidente confió en que la economía pueda mantener en el 2006 "estas cifras tan positivas", mejorando su patrón de crecimiento para "corregir" algunos "desafíos pendientes", como la inflación, la baja competitividad y el déficit por cuenta corriente. En enero se dará el primer paso para la reforma fiscal, con la reforma del IRPF y del Impuesto de Sociedades.

Rodríguez Zapatero volcó todo su optimismo ante un foro de expertos y de empresarios de las más grandes compañías españolas. El presidente habló de la "excelente" salud de las empresas españolas y destacó la importancia del futuro Código Unificado de Buen Gobierno de las sociedades, en el que trabaja una comisión designada por el Ejecutivo cuyo informe se dará a conocer "poco después de Reyes". El código abordará la definición del consejero independiente, "evitando así que en los consejos de administración no se tenga suficientemente en cuenta los intereses de los pequeños accionistas". Además, fomentará "prácticas de transparencia en materia retributiva" de los consejos de administración y fomentará la participación de las mujeres.