José Luis Rodríguez Zapatero se enfrentó ayer cara a cara durante cinco horas con los responsables de sus pesadillas de la pasada primavera. El presidente del Gobierno se reunió en Nueva York con los principales inversores de EEUU (aquellos a los que en mayo llamaba "especuladores" y responsabilizaba de los ataques al euro) y con el consejo editorial del periódico The Wall Street Journal, uno de los rotativos que más criticaron su gestión ante la crisis. Zapatero defendió el tijeretazo para controlar el déficit y la reforma laboral y aseguró que esa es la senda que está decidido a seguir para lograr que la economía española sea competitiva "en un futuro inmediato".

El jefe del Ejecutivo empezó su día en Nueva York con un desayuno en la casa del embajador ante la ONU. En la residencia, el Ministerio de Economía había preparado una reunión de trabajo con 13 directivos de bancos y fondos de inversión, entre otros George Soros y John Paulson, dueños de los dos fondos de alto riesgo (hedge funds ) más importantes del mundo.

CONVERSACION AGRADABLE En el encuentro, Zapatero estuvo acompañado por el ministro de Exteriores, Miguel Angel Moratinos, el secretario general de Presidencia, Bernardino León, y el jefe de la Oficina Económica, Javier Vallés. "Ha sido una conversación agradable (a beautiful piece of conversation )", le dijo Soros a la salida a Laurence Fink, consejero delegado de Black Rock.

La reunión estuvo cerrada a los medios de comunicación, que solo pudieron presenciar los primeros cinco minutos, en los que Zapatero inició su discurso de presentación. En ese espacio de tiempo, el presidente reconoció que en los últimos meses había tenido que tomar decisiones difíciles para mostrar "a los inversores y a los mercados" su "firme determinación" para conseguir que la economía sea competitiva. Zapatero les explicó la necesidad de modificar el sistema de pensiones para "preservarlo y conservarlo".

El jefe del Ejecutivo dijo que la deuda pública está en un nivel "razonable", 20 puntos por debajo de la media europea, y que lo único que sigue siendo un lastre es el déficit, que atribuyó a los planes de estímulo aprobados para contrarrestar la crisis provocada por la quiebra "de determinadas instituciones en EEUU y Europa". Fue la única referencia que hizo a los especuladores y al descontrol vivido en el sector financiero durante años.

PREOCUPACION DE LA FED La visita de Zapatero a EEUU coincidió con la reunión del Comité del Mercado Abierto de la Reserva Federal (Fed), en la que el organismo mostró poco optimismo sobre la recuperación estadounidense. La Fed, no obstante, expresó su voluntad de tomar medidas adicionales para impulsar una recuperación cada vez más modesta, lo que se interpreta como que se prepara para tomar medidas que frenen el aumento del desempleo y la caída de los precios. En el comunicado habitual tras la reunión, el organismo no habló de deflación, pero dejó entrever su preocupación por la evolución de los precios. "La inflación se encuentra en niveles por debajo de lo que se considera apropiado a largo plazo".