Prometo no madar ningún SMS que se pueda malinterpetrar. Prometo no pedir el voto para nadie. Prometo que no quebrantaré la jornada de reflexión, ese día donde los partidos políticos tienen prohibido realizar cualquier tipo de publicidad. Un día de búsqueda interior tras la tormenta electoral, 24 horas vírgenes para que los electores puedan reflexionar sin influencias sobre su voto.

Pero visto como está el patio, ¿quién debe reflexionar realmente? Con el ruido de fondo que acompaña a la campaña, y lo que no es la campaña. Con el debate salpicado con políticos de Regional Preferente y casos de corrupción que surgen como setas, me pregunto si no son realmente los políticos los que deben pararse a reflexionar sobre aquellas cosas que preocupan a los ciudadanos, de lo que significa hacer política por los demás y no pensando en uno mismo. Reflexionen, que hoy no pienso hacer campaña en su contra. Lo prometo.