Algo más de seis de cada 10 españoles apoyan la reforma de los estatutos para que las comunidades autónomas obtengan más competencias. El 61,1% de los encuestados (tres décimas más que en el Barómetro de verano) consideran que esa reforma está bien (el 49,6%) o muy bien (el 11,5%), frente al 14,6% que opina que está mal (el 11,7%) o muy mal (el 2,9%). Otro 11,5% no contempla la reforma de los estatutos ni bien ni mal.

La pregunta hacía referencia al compromiso del Gobierno de aceptar las reformas estatutarias si respetaban el marco constitucional y obtenían un amplio apoyo social y político en el territorio de la comunidad correspondiente.

LA CARTA MAGNA Una mayoría prácticamente idéntica (el 61,7% de los consultados) se muestra de acuerdo con que la Constitución sea modificada para adaptarse a las nuevas normas estatutarias. Este supuesto no es contemplado con buenos ojos por el 19,9% de los encuestados, que se niegan a que la Carta Magna sufra algún cambio.

Catalanes y vascos son, con notable diferencia respecto a los encuestados de otras comunidades, quienes se muestran más de acuerdo con la reforma: el 73,3% de los primeros y el 72,5% de los segundos consideran que la iniciativa está bien (el 53% y el 52,5%, respectivamente) o muy bien (el 20,3% y el 20%).

Por detrás de catalanes y vascos figuran los andaluces, cuya conformidad desciende al 63,2%, los valencianos (el 62,8%) y, a considerable distancia, los gallegos (el 53,9%), castellanos (el 51,3%) y madrileños (el 51%). Las respuestas sobre la modificación constitucional siguen sustancialmente la misma tónica.

COOFICIALIDAD DE LAS LENGUAS Las posiciones en torno a la hipotética cooficialidad del catalán, el vasco y el gallego en todo el territorio español divide a los encuestados casi por igual en partidarios y contrarios: el 41,5% se muestra más bien de acuerdo y el 46,2%, más bien en desacuerdo. Los más partidarios son los encuestados de comunidades con lengua propia. El 75% de los vascos y el 67,4% de los catalanes están de acuerdo. En Galicia, el porcentaje baja al 50%. Castellanos (26,9%) y andaluces (27,3%) son los menos partidarios.