El socialista Francesc Antich fue ayer investido presidente con el apoyo de 30 de los 59 diputados del Parlament balear. Como estaba previsto, sumó los votos de PSOE, Bloc, Unió Mallorquina (UM) y Eivissa pel Canvi, y el rechazo del PP y del único diputado de la AIPF de Formentera. El debate se caracterizó por la dureza de la portavoz del PP, Rosa Estaràs, quien dedicó buena parte de su intervención a defender que su partido había ganado las elecciones por conseguir el 47% de los votos y a arremeter contra su exsocios de UM, a los que acusó de "travestismo".

La portavoz popular cuestionó que dicho partido, con tres diputados, "dirija el futuro de Baleares".

RESPUESTA Antich, por su parte, rebajó el tono de las críticas y reiteró su oferta de "consensos con mayúsculas" en temas capitales, como una mejor financiación y el desarrollo del Estatuto balear, y ofreció "mano extendida" para reconducir el modelo urbanístico de las islas.

Pero Estaràs le recriminó "la falta de concreción" de su proyecto político y de colocarse al frente de "un Ejecutivo débil e inestable", que consideró "peor" que el tripartito catalán porque "allí son tres y aquí seis".