El expresidente del PNV Xabier Arzalluz sugirió ayer que ETA ha querido "ayudar" a los socialistas al anunciar que el Gobierno que presida Patxi López será "objetivo prioritario" de sus acciones. Durante una tertulia en la cadena de radio que gestiona el episcopado vasco, aseguró que las amenazas de la banda lo que han hecho es aumentar la "popularidad" de López en España.

Arzalluz, que se ha situado al margen de toda la actividad del partido tras su salida de la cúpula, dio por seguro que el PNV no colaborará con el nuevo Ejecutivo socialista.

Enfrentado abiertamente con el presidente del partido, Iñigo Urkullu, el veterano político dio a entender con sus palabras en Herri Irratia que el hoy presidente del PNV y los dirigentes que le son más afines confiaban en que se pudiera llegar a un acuerdo "transversal" tras las elecciones. Por eso, sentenció, el pacto de PSE y PP ha generado una "frustración tremenda".

POLTRONAS El presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti, percibió ayer "histerismo" entre los peneuvistas y censuró con dureza al partido de Urkullu, porque su discurso contra el nuevo Ejecutivo "deslegitima a los no nacionalistas". Les acusó de estar haciendo "todo lo posible" para retrasar la investidura de López y mantenerse "en las poltronas". Basagoiti ridiculizó esta resistencia diciendo que "al final será la Ertzaintza la que tenga que sacar a Ibarretxe de Ajuria Enea".

El presidente de los populares vascos confirmó su próximo encuentro con López, que tendrá lugar el día 22 en la sede del PSE en Bilbao. Los populares habían insistido desde hace días en la necesidad de que esa foto refuerce el pacto firmado por delegaciones de ambos partidos el 28 de marzo y traslade a la sociedad con nitidez que "hay una mayoría parlamentaria estable".

La dirección socialista mantuvo inicialmente una posición refractaria a esa imagen. En el PSE abogaron por constituir primero el Parlamento vasco y visualizar ya la existencia de una nueva mayoría. Pesaba aún mucho el recuerdo del abrazo que en el 2001 unió al socialista Nicolas Redondo Terreros con el popular Jaime Mayor Oreja en campaña electoral, como preludio de un Gobierno frentista.