El fiscal general del Estado, Jesús Cardenal, ha dado por buenos los argumentos de la Mesa del Parlamento vasco para negarse a suspender las actividades del grupo parlamentario de Batasuna. Cardenal sostiene que los parlamentarios que han tomado esa decisión "no tenían la intención o voluntad" de desobedecer al juez Baltasar Garzón, que ha suspendido las actividades de la formación radical.

Cardenal explica que las formaciones políticas y los grupos parlamentarios son entidades "jurídicamente diferentes". Y argumenta que la constitución de los grupos parlamentarios "es un derecho que pertenece, no a los partidos políticos, sino exclusivamente a los que ostentan el escaño".

DECISION DEL PARLAMENTO

Señala, asimismo, que la suspensión judicial de Batasuna "no implica automáticamente la de los grupos parlamentarios relacionados" con esa formación, "pues ésta última exige una decisión propia de cada Cámara".

Por ello, Cardenal admite que el reglamento del Parlamento vasco "no contiene norma alguna que permita la suspensión" del grupo parlamentario, "más allá de la desaparición o disolución de los mismos si, como consecuencia de la separación de alguno de sus componentes, el grupo no conserva la mayoría de sus miembros originarios".

El fiscal general del Estado también acepta que el presidente de la Cámara vasca, Juan María Atutxa (PNV), no tiene potestad para modificar el reglamento, aunque pueda interpretarlo. Atutxa mostró ayer su satisfacción por esa decisión e instó al PP y al PSE a no dejarse "arrastrar por pretensiones partidistas".

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