Hasta ayer sólo había trascendido que Josep Lluís Carod-Rovira acudió a su cita con ETA junto a otra persona: Jaume Renyer, miembro del Consejo Consultivo de la Generalitat de Cataluña. Pero ayer José María Aznar aseguró que el conseller en cap viajó a Perpiñán (Francia) "acompañado por otras personas", cuyas identidades no detalló. La información del presidente se reveló cierta, pues fuentes de ERC confirmaron que otros dos militantes del partido escoltaron a Carod y Renyer hasta Perpiñán.

Consultado por este diario, el entorno de Carod informó anoche de que, en el primer fin de semana de enero, el entonces conseller en cap y Renyer se desplazaron por el sur de Francia en un coche particular junto a dos miembros de ERC. De acuerdo con esta versión, ningún mosso d´Esquadra escoltó a Carod en el territorio francés.

Uno de estos militantes sin cargos de responsabilidad condujo el vehículo, y el otro asumió tareas de seguridad. Según fuentes de ERC, ambos sabían que Carod y Renyer iban a verse con representantes de ETA, pero no asistieron a la reunión.

INDIGNACION En su comparecencia de ayer junto al primer ministro belga, Guy Verhofstadt, Aznar no ocultó su indignación con la oposición por cuestionar el papel del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) en la divulgación de este encuentro y preguntar por qué la policía no detuvo a los interlocutores de Carod en Francia: los cabecillas etarras Mikel Albizu, Mikel Antza, y José Antonio Urrutikoetxea, Josu Ternera. Eso sí, siguió sin aclarar si conoció esta entrevista a través de un informe del CNI y si el Gobierno lo filtró al diario Abc.

Pero, al resumir su versión sobre esta entrevista, Aznar deslizó algunos detalles inéditos. Denunció que Carod, "al parecer acompañado por otras personas", se reunió con la dirección de ETA, "con la que pactó que podía seguir matando donde quisiera pero no en Cataluña, porque dañaba las expectativas de ERC". Incluso aseguró que ese pacto ha sido "aceptado y reconocido" por "dirigentes de ERC".

LOS COMPROMISOS El presidente también aseguró que en ese supuesto compromiso con el líder de ERC la organización terrorista "se reservaba el derecho a atentar o matar en Cataluña a todas aquellas personas que pudiese pensar que no perjudicasen los intereses de Esquerra", con el objetivo de evitar que Cataluña se convirtiera en un santuario para las personas amenazadas por la banda.

Mediante un comunicado oficial, Carod calificó anoche de "absolutamente falsa" esta "fabulación", que achacó a la "mente enfermiza" de Aznar, e insistió en que no llegó a ningún acuerdo con la cúpula de ETA.