Varios centenares de personas se manifestaron ayer en Palma para denunciar los numerosos casos de corrupción, en los que hay una treintena de políticos de Baleares imputados, exigir la "cárcel" para los "corruptos" e impulsar una actuación "ética" y "limpia" de las administraciones públicas.

La protesta tuvo lugar en el Paseo del Borne de la ciudad y fue organizada desde la red social Facebook, donde hasta 3.000 internautas expresaron su apoyo a este acto.

Desde el 2004, se investigan en Baleares hasta 21 casos de corrupción, lo que ha supuesto la detención de 110 personas.

Los manifestantes corearon frases como "Ladrones dimisión", "A la cárcel", "Manos arriba, esto es un atraco" o "Colacao, colacao", en este caso porque la exgerente de un consorcio público Antònia Ordinas tenía enterrada, en el jardín de su casa, una caja de Cola Cao con 240.000 euros.

La actual presidenta del Parlament balear, Maria Antònia Munar, imputada también en dos asuntos judiciales, fue mentada en una pancarta que decía "María Antonieta, el pueblo pide tu cabeza", o cuando se coreó "En la cárcel no hay peluquería", por su cuidado estilismo.

Apenas acudieron políticos o personajes conocidos de la vida pública mallorquina. Sí estaban el director general de Movilidad, Antoni Verger (Partido Socialista de Mallorca); o el exconseller balear de Economía y Hacienda, Antoni Rami (PP), quien aseguró que le "repugna" esta situación que afecta al sistema democrático español. Este, dijo, debería mejorarse con una participación ciudadana "más directa" y con más referendos para conocer lo que quieren los ciudadanos.