Palos de ciego. El presidente del Tribunal Supremo (TS) y del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Carlos Dívar, intentó ayer tranquilizar a sus bases, pero logró justo el efecto contrario. El Poder Judicial hizo pública una declaración institucional en la que exige a los políticos --principalmente al PSOE y al PP-- "el máximo respeto" hacia la "independencia judicial", pero al no citar nombres ni apellidos, las interpretaciones fueron de lo más variadas.

Fuentes de dicho organismo explicaron que Dívar se siente en deuda con el TS, ya que, sin formar parte de su plantilla, ha llegado a la cúspide de la carrera judicial. Por su trayectoria, desconoce la sensibilidad de los jueces del alto Tribunal, que están en el punto de mira por haber admitido tres querellas contra Baltasar Garzón por investigar los crímenes del franquismo, por los cursos que impartió en Nueva York y por el caso Gürtel. Los magistrados del TS han pedido reiteradamente a Dívar que les defendiera públicamente. Sin embargo, salvo unas líneas que les dedicó en la apertura del año judicial en septiembre, les ha respondido con el silencio.

Esas mismas fuentes añadieron que desde hace un par de semanas los verdaderos "jefes" del Poder Judicial, los vocales Manuel Almenar y Margarita Robles, han intentado que se aprobara una declaración institucional a favor del alto Tribunal. Sin embargo, su propuesta no ha contado con el apoyo del resto de los vocales, que consideran que el TS no es el único ofendido en este sainete. Algunos magistrados también recriminan a Dívar que haya dejado solo al Garzón, su antiguo subordinado.

El presidente del CGPJ aprovechó el cruce de declaraciones de políticos nacionales e internacionales del pasado fin de semana a favor y en contra de Garzón y de Eloy Velasco para entrar en el debate. A primera hora de la mañana redactó la declaración institucional que envió por correo electrónico al resto de los vocales. En principio, se limitaba a apelar a la independencia del TS, pero aceptó incluir también a la Audiencia Nacional como una de las instituciones a la que los políticos deben "respeto".

PRISAS La declaración fue leída en Valencia por la portavoz del Poder Judicial, Gabriela Bravo. Fuentes del organismo criticaron las prisas de Dívar, por entender que podía haber esperado a hoy para discutir su idea con la comisión permanente del CGPJ.

Fuentes del Poder Judicial explicaron que la intención de Dívar no era reprender a José Luis Rodríguez Zapatero por haber alabado la trayectoria de Garzón en la lucha contra ETA, sino recriminar a Venezuela por haber dicho que Velasco está relacionado "con la mafia de Aznar". Otros vocales, por contra, creyeron que Dívar finalmente ofrecía su apoyo a Garzón y algunos, los menos, entendieron que el CGPJ reprochaba al presidente del Gobierno que diera a entender que el magistrado cuenta con el apoyo del Ejecutivo.