La investigación abierta por el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) sobre la muerte de los siete militares de los servicios secretos, el pasado sábado, al sur de Bagdad, apunta a un ataque indiscriminado contra occidentales y descarta en principio que se produjera una delación de alguna persona del entorno de los servicios secretos, como adelantó el lunes el ministro de Defensa, Federico Trillo.

Fuentes del CNI citadas por Europa Press prácticamente descartan la hipótesis de que los agentes fueran víctimas de un soplo o una traición. La investigación se realiza siguiendo el testimonio del superviviente, José Manuel Sánchez Riera, y otras vías de información.

VERSION DE EEUU Las mismas fuentes explican que los estadounidenses sufrieron días antes otra emboscada en la zona en la que se produjo el asalto contra los militares españoles y que durante varios días hubo grupos de iraquís apostados y listos para atentar contra objetivos occidentales que les pareciesen sencillos.

Esta versión coincide con la del mando del Batallón de la 82 División Aerotransportada estadounidense, teniente coronel Pete Johnson, quien dijo que los atacantes buscaban un blanco fácil. El secretario de Estado de Defensa, Fernando Díez Moreno, declaró anteayer que no estaba claro si los agentes habían sido seguidos a consecuencia de una delación o de una simple observación en la zona.

Las fuentes del CNI también aclararon que el viaje de los agentes no era de relevo, sino una misión para realizar gestiones y mantener contactos en Bagdad con militares norteamericanos y españoles. El desplazamiento había sido planificado con dos semanas de antelación y convenientemente aprobado. Las fuentes dijeron que la misión era seguida desde Madrid en tiempo real y por eso llamaron a la central en España.

Defensa y la Moncloa evitaron comentar ayer las discrepancias de los mandos del Ejército y de la Fuerza Aérea con la versión del Gobierno de que en Irak sólo hay terrorismo. Tampoco comentaron el malestar por la falta de un homenaje popular a los militares fallecidos.

Este diario publicó el pasado jueves que los jefes del Ejército de Tierra, Luis Alejandre Sintes, y del Aire, Eduardo González Gallarza, manifestaron en un almuerzo con la Asociación de Periodistas Europeos que en Irak existe un movimiento de resistencia armada y popular, al contrario de lo que sostiene Aznar. Ambos, junto al jefe del Estado Mayor de la Defensa, Antonio Moreno Barberá, criticaron que no se rindieran honores militares a los fallecidos en Irak.

PESQUISAS JUDICIALES El juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu ha abierto una investigación sobre el ataque a los agentes. El magistrado ha incoado ese procedimiento tras legalizar los defectos cometidos en la repatriación de los fallecidos.