La policía de México detuvo ayer en la capital del país al presunto miembro de ETA Antonio Aspiazu Alcelay, sobre el que pesan dos órdenes de detención y se le busca en el marco de una investigación relacionada con la financiación del terrorismo.

Natural del municipio de Azkoitia (Guipúzcoa) y de 39 años, Aspiazu residía en México de forma irregular. La policía sospecha que unos 100 etarras huidos pueden residir en el país norteamericano. Las autoridades mexicanas tienen previsto extraditarle inmediatamente, según informaron ayer fuentes del Ministerio del Interior.

En concreto, el detenido era reclamado por dos juzgados de la Audiencia Nacional por colaboración con banda armada y delito de terrorismo. La policía y la Guardia Civil vigilaban a Aspiazu desde 1991, cuando este formaba parte de un comando de información de la banda.

En agosto de 1993 fue detenido por la Ertzaintza en San Sebastián por alterar el orden público. Por esa misma razón fue nuevamente detenido en septiembre de 1999. La policía cree que Aspiazu estuvo involucrado en la explosión de un artefacto en Pamplona el 28 de diciembre de 1999.