Una bomba colocada por ETA provocó ayer graves daños materiales en la sede del PSE de la localidad guipuzcoana de Elgoibar, en el segundo atentado que la organización terrorista comete contra casas del pueblo en los últimos tres días. El Departamento vasco de Interior adelantó que cree haber identificado uno de los autores de las acciones contra sedes socialistas.

La bomba estaba compuesta por unos tres kilos de explosivo y se encontraba oculta en una bolsa de plástico. Los terroristas la activaron mediante un temporizador, aunque la Ertzaintza aún investiga el tipo de material utilizado. La onda expansiva se dirigió al interior del local, por lo que destrozó la persiana metálica de la entrada y la puerta, además de derrumbar parte de un tabique y de provocar otros desperfectos.

El artefacto explosionó a las 3.25 de la madrugada, casi una hora después de que un comunicante que habló en nombre de ETA alertara a la Asociación de Ayuda en Carretera de su colocación. Al igual que ocurrió el jueves en Bilbao, los agentes se vieron obligados a desalojar contrarreloj a los vecinos de los inmuebles cercanos, pero apenas lograron que los habitantes de dos portales se pusieran a salvo. El resto fue alertado por megafonía de que debían cerrar las persianas y abrir sus ventanas, lo que no evitó que se produjeran daños en las fachadas cercanas y en una decena de vehículos estacionados en las inmediaciones.

SEXTO ATAQUE Esta nueva acción terrorista constituye el sexto ataque contra los socialistas, incluido el asesinato del exconcejal de Mondragón Isaías Carrasco, desde la ruptura del alto el fuego en junio del 2007. En el caso de la sede de Elgoibar, ya había sido objeto en el pasado de otras seis acciones violentas, incluido un atentado fallido hace dos años con una mochila-bomba que se frustró por un fallo en el detonador. Actualmente se encontraba cerrada, desde que el pasado diciembre desconocidos quemaran su puerta. Los nuevos propietarios habían abordado una completa renovación interior, pero la bomba de ayer frustró sus expectativas de abrir en breve. El consejero vasco de Interior, Javier Balza, aseguró que "ya existen identificaciones de alguno de los liberados" de ETA que podrían ser responsables de los últimos atentados contra casas del pueblo en el País Vasco. Además, adelantó que Ertzaintza, Policía Nacional y Guardia Civil han hecho un análisis conjunto sobre la estructura terrorista que está ejecutando estas acciones. Balza recordó que ya existe un plan de refuerzo de la seguridad y vigilancia de las sedes socialistas, aunque anunció que se esforzará "al máximo en reforzar lo ya reforzado".

Los vecinos afectados reconocieron haber sufrido "mucho miedo" e "impotencia" por la situación vivida. Los momentos de mayor nerviosismo se produjeron cuando escucharon, a través de megafonía, que había un aviso de bomba. Pese a la insistencia de varios propietarios de vehículos aparcados frente a la sede socialista, no pudieron bajar a moverlos, y tuvieron que esperar en sus casas a que la bomba detonara para comprobar los desperfectos. Los agentes tampoco permitieron a los vecinos que bajaran a la calle en los minutos siguientes a la explosión.

SILENCIO DE ANV Junto a la condena de todos los partidos democráticos, volvió a destacar el silencio de ANV. Esta formación celebró un acto político en Oiartzun (Guipúzcoa) horas después del atentado de Elgoibar, pero no hubo ninguna referencia a la acción terrorista. Por el contrario, la concejal de ANV en Hondarribia Miren Legorburu se limitó a referirse a las mociones de censura que se preparan contra su partido, y acusó a PSOE, PP y PNV de "tener las manos manchadas de sangre".