Los presuntos miembros de ETA Izkur Badillo y Gorka Vidal, acusados de integrar la denominada caravana de la muerte --fueron detenidos en febrero del 2004 en Cuenca cuando se dirigían a Madrid con una furgoneta bomba con más de 500 explosivos con la intención de atentar en un polígono--, admitieron implícitamente ayer los hechos, al intentar exculpar a un tercer supuesto integrante del comando, Beñat Barrondo, en el juicio que comenzó contra ellos en la Audiencia Nacional.

Vidal reconoció que hizo un curso sobre explosivos en Francia, donde se reunieron con dirigentes de la banda terrorista que les dieron las instrucciones a seguir. Así, les pidieron recabar información sobre la estación de esquí Baqueira-Beret, con el objetivo de enterrar artefactos en otoño que explotaran en Navidad. Vidal admitió que recogió información pero que el plan no se llevó a cabo por un temporal.

También sugirió que planeaban atentar en la capital, al asegurar que "Barrondo no sabía lo de Madrid". La fiscal, Blanca Rodríguez, que pide que sean condenados a 39 años de prisión, considera que el ataque no se llevó a cabo porque Badillo, que iba en un coche lanzadera, sufrió un accidente.

El tercer integrante Barrondo dijo que se integró en ETA, pero que se retiró a las dos semanas porque pensó que "la idea era muy bonita pero no estaba preparado ni tenía valor". Aún así, admitió que compró los móviles que Vidal y Badillo usaron cuando se dirigían a Madrid, aunque señaló que no sabía para qué eran, y les entregó un croquis sobre un cuartel de Llodio.

La detención de la caravana de la muerte ha sido utilizada por los teóricos de la conspiración para intentar relacionar a ETA con el 11-M. De hecho, tanto Vidal como Badillo deberán declarar en el juicio. El abogado de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) intentó ayer en varias ocasiones averiguar si los etarras tenían intención de pasar por Morata de Tajuña, donde los islamistas montaron las mochilas bomba. El presidente del tribunal, Alfonso Guevara, le impidió seguir. El juicio quedará hoy visto para sentencia.

Por otra parte, el Tribunal de Apelación de París decidió ayer poner en libertad condicional al veterano líder del disuelto grupo independentista vascofrancés Iparretarrak, Philippe Bidart, a pesar de que había sido condenado a dos cadenas perpetuas. Además, la Guardia Civil detuvo en La Jonquera al etarra Jesús María Puy, Txuma , que había sido conducido hasta allí porque ya cumplió pena en Francia.