Los primeros informes internos realizados por la empresa propietaria del helicóptero que se estrello el jueves en Móstoles (Madrid), con Mariano Rajoy y Esperanza Aguirre a bordo, señalan la hipótesis de que "un cambio brusco en la dirección e intensidad del viento", combinado con una falta de potencia de los motores, pudo ser la causa del accidente, del que los dirigentes del Partido Popular y los otros cuatro ocupantes salieron ilesos.

Este mismo aparato, con otra matrícula, sufrió un accidente en julio de 1998 cuando realizaba tareas de extinción de incendios en Alicante, y chocó contra unos cables. El piloto salió ileso del accidente y la aeronave fue reparada y respuesta en servicio. El informe figura en la web de la dirección de Aviación Civil, en el que se relatan las conclusiones de la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil (CIAIAC).

En el siniestro del jueves, despegó de una zona aislada del viento por las paredes de la plaza de toros de Móstoles y, según los primeros informes, sufrió el efecto de un cambio de la dirección e intensidad del viento, que pasó a ser "viento de cola" y provocó la inmediata pérdida de sustentación del aparato. En el descenso algún elemento de la aeronave golpeó con la valla externa de la plaza de toros, convirtiendo la caída en un "aterrizaje de emergencia".

LAS MANCHAS NEGRAS En un vídeo filmado por la agencia Efe aparecen dos manchas negras en movimiento que parecen ser objetos que impactan contra el helicóptero cuando la aeronave pasa cerca de la torre de iluminación de la plaza de toros. Uno de ellos da la impresión de llegar desde el suelo a gran velocidad y otro desde el aire, y se fragmenta en varios trozos después de chocar aparentemente con la pala de la hélice principal.

La impresión de los especialistas es que se trata de un efecto óptico provocado por partículas levantadas del suelo o suspendidas en el aire y atraídas por la rotación de las hélices, pero que nada tienen que ver con la causa del accidente. El consejero de Presidencia de la Comunidad de Madrid, Francisco Granados, manifestó ayer que "no hay ninguna duda" de que se ha tratado sólo de "un accidente", aunque consideró que deberá ser el Ministerio del Interior el que haga la investigación oportuna.

Los expertos de Aviación Civil consultados no pudieron discernir si las manchas negras impactaron o salieron de la aeronave, pero esperan poder ofrecer su informe final dentro de un mes.

Por su parte, el cabo de la policía local de Móstoles, Miguel Gómez, que ocupaba el asiento del copiloto, manifestó a la agencia Efe que "no hubo víctimas gracias a la maniobra del piloto". Helisur, la propietaria del aparato, destacó que este modelo cuenta con un sistema de combustible diseñado para aguantar impactos contra el suelo sin riesgo de incendio.

MANIOBRAS DECIDIDAS Según la policía municipal de Móstoles, fue el piloto quien eligió la plaza de toros para realizar las maniobras de aterrizaje y despegue. La policía aseguró que se había realizado un vuelo de ensayo con cinco agentes a bordo. Aviación Civil aclaró que el piloto no necesitaba permiso para aterrizar o despegar en la superficie que considerara adecuada y que tenía la licencia en regla y el aparato había recibido un día antes la última renovación de la certificación de vuelo.