Poco después de conocer la sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón llamó por teléfono al eurodiputado del PP Jaime Mayor Oreja para compartir con él la satisfacción por el fallo. Ambos tenían razones para sentirse especialmente reconfortados. Fue durante la etapa de Mayor Oreja al frente del Ministerio del Interior cuando en ámbitos políticos y judiciales se empezó a asentar la convicción de que las organizaciones del entorno de ETA que daban apoyo y cobertura a la banda debían ser consideradas como parte de la estructura de la organización terrorista y tratadas en consecuencia. Y en la aplicación de esa doctrina resultó fundamental la labor de Garzón.

El magistrado, que también se puso en contacto con fiscales y mandos policiales que colaboraron con él en aquel tiempo, no podía ocultar ayer su alegría ante una sentencia que, a su entender, "legitima la lucha contra el terrorismo en España" y demuestra que la justicia española "ha actuado, como no podía ser de otra forma, en el marco de la más estricta legalidad y utilizando las armas del Estado de derecho".

Ese pronunciamiento fue plenamente compartido por los representantes de los gobiernos central y vasco que se manifestaron ayer respecto a la sentencia europea. El actual responsable de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, destacó que ha quedado bien acreditado que "en España y en Euskadi se puede defender cualquier idea. Solo hay un límite --añadió--, que es la violencia".

LA REAPARICION DE ACEBES También en las filas del PP fue muy celebrada la noticia. Hasta propició la reaparición de Angel Acebes, que dirigía el departamento de Interior cuando en el 2003 se llevó a cabo la ilegalización de Batasuna y que ayer dijo vivir "un día de gran alegría y de una íntima y profunda satisfacción". La Ley de Partidos, dijo Acebes, "es probablemente uno de los pasos más importantes que se hayan dado en la lucha contra el terrorismo y la defensa de la libertad en España y en Europa". El presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti, aseguró que la sentencia "acaba con el victimismo de una parte del nacionalismo" y añadió que, por coherencia, los concejales de ANV "deberían salir pasado mañana de los ayuntamientos".

Frente a la alegría exhibida por socialistas y populares, los partidos nacionalistas se movieron entre la cautela y la abierta discrepancia. Los dirigentes del PNV, formación que recurrió la Ley de Partidos, ganaron tiempo y, por boca de su portavoz Joseba Egibar, declinaron pronunciarse hasta no haber hecho "una lectura atenta" de la sentencia. Eusko Alkartasuna, Aralar y Ezker Batua mostraron su contrariedad por el fallo.

Arnaldo Otegi, líder de Batasuna, aplazó hasta hoy toda valoración pública. En círculos aberzales la desazón era ayer bien manifiesta.