Juan José Ibarretxe puso ayer deberes a José Luis Rodríguez Zapatero y le advirtió de que si no cumple con los compromisos que adquirió con él hace ya un año, el PNV ni tan siquiera empezará dialogar sobre los presupuestos generales del Estado para el 2006. Además, el lendakari desvinculó la negociación de las cuentas del Estado de la que el Gobierno de Vitoria tiene que abrir para aprobar los presupuestos vascos.

Pagar las facturas por los gastos que en Euskadi originó el vertido de la carga del Prestige ; saldar el persistente desacuerdo en torno al cupo vasco y asumir la financiación de los gastos de ampliación de la Ertzaintza fueron los tres compromisos que el presidente del Gobierno asumió con Ibarretxe en julio del 2004 para lograr el apoyo del PNV a la ley de estabilidad presupuestaria.

Sin embargo, ninguno se ha materializado hasta ahora. Por eso, el lendakari puso las condiciones: "Si quiere hablar de presupuestos, lo primero que debe hacer es cumplir con la palabra dada".

El lendakari dejó claro que quiere disponer de un amplio campo de juego. De hecho, apuntó que tratará con el resto de fuerzas de la oposición, incluido el Partido Comunista de las Tierras Vascas (EHAK), para buscar apoyo a las cuentas del 2006. Ibarretxe también quiso poner sordina a las nuevas especulaciones sobre una próxima entente entre el PNV y el PSE.

Enfatizó que reeditar los gobiernos de coalición que durante más de 12 años presidieron las principales instituciones vascas sólo será posible "con los socialistas vascos o con Batasuna" si existe un acuerdo previo sobre normalización política.

El lendakari valoró los incidentes del domingo en San Sebastián, tras la marcha prohibida convocada por Batasuna, como un "ejemplo claro" de que este partido no ha dado los pasos precisos para hacer "el tránsito" de una "cultura de enfrentamiento a la del entendimiento".