La dirección general de Instituciones Penitenciarias, adscrita al Ministerio del Interior, tiene todo dispuesto para excarcelar al etarra Iñaki de Juana Chaos para que no fallezca en prisión. La fórmula que la administración penitenciaria aplicará a De Juana es la concesión del segundo grado --propio de los presos comunes--, pero con la salvedad, permitida por el reglamento penitenciario, de que podrá cumplir la pena fuera de prisión por su grave estado de salud.

Internado en el Hospital 12 de Octubre de Madrid tras 115 días en huelga de hambre, las autoridades penitenciarias pretenden resolver el caso con rapidez, antes de que se produzca un fallo orgánico generalizado. La anemia intensa que delatan sus análisis de sangre y el riesgo inmediato de una crisis cardíaca aconsejan no retrasar la decisión. Los médicos consultados pronostican secuelas de importancia aunque se recuperara.

Violencia clínica La reintroducción de la sonda nasogástrica que él mismo se había arrancado supone una situación de violencia clínica cotidiana, porque se resiste a estar permanentemente inmovilizado. Además, se niega a someterse a cualquier prueba radiológica.

Expertos de Interior ha analizado el reciente fallo del Tribunal Supremo, que redujo su condena a tres años, y la Audiencia Nacional ya ha remitido a Instituciones Penitenciarias la documentación que establece que le quedan por cumplir cerca de 18 meses de cárcel.

La concesión del segundo grado incluirá actuaciones adicionales, en función de cómo vaya recuperándose de sus dolencias en otro centro médico.

De Juana no será el primer etarra liberado por motivos de salud. Bajo los gobiernos del PP fueron excarcelados 21 etarras, un tercio de ellos durante el periodo de un año y medio que duró la tregua decretada por ETA en septiembre de 1998. Algunos habían cumplido una décima parte de su condena.

La posibilidad de que el Gobierno revisara la situación del etarra se hizo evidente el domingo, cuando el presidente extremeño, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, pidió en público al ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, que no permitiera a ese "canalla" convertirse en héroe. Que muera en el hospital, añadió, "sería el favor más grande que se le haría tras su asquerosa vida."

Mientras, el PP siguió calentando ayer el ambiente para impedir in extremis la excarcelación de De Juana. El número dos de los populares, Angel Acebes, acusó al Gobierno de conceder nuevos "privilegios" al etarra. Según Acebes, un policía descubrió a De Juana y su novia en la cama del hospital cuando mantenían un contacto "íntimo".