Pasqual Maragall ofreció ayer un revelador tráiler sobre hasta qué punto, de aquí al 18 de junio (después, ya se verá) está dispuesto a despegarse de Esquerra con tal de lograr que se apruebe holgadamente el Estatuto. El presidente catalán rompió ayer el silencio que guardaba desde que ERC rectificó y pasó del voto nulo que había prometido a sus socios de Gobierno a un no rotundo. Lo hizo calificando de "incomprensible la actitud de los detractores" del proyecto porque poco menos que empujan a Cataluña al precipicio. "Si nos quedamos aquí y no vamos más adelante estaremos traicionando a nuestro país", avisó.

Maragall hizo caso omiso a las conjeturas electorales que desde el no republicano son crecientes. Como es costumbre, no dio opción a las preguntas de los medios de comunicación. Así que se limitó a dar unas pinceladas del conjunto de argumentos que, cara al referendo, pondrá sobre la mesa el bloque del .

DESCOLOCADOS POR ERC En esa estrategia (aparcar las reflexiones electorales y concentrar todo el esfuerzo en el referendo) parece que cuenta Maragall (esta vez sí) con el pleno respaldo de su partido. Así lo confirmaron ayer dos destacados dirigentes del PSC, que reconocieron estar aún algo descolocados por el hecho de que ERC haya incumplido su promesa de evitar a toda costa el no al Estatuto. Hoy se reúne la ejecutiva del PSC y, por la tarde, Maragall comparecerá en el Parlamento de Cataluña para explicar los motivos de su reciente crisis de Gobierno, paradójicamente realizada para mandar un inequívoco mensaje a la oposición de que tras el referendo se agotaría la legislatura.

Un día en apariencia políticamente tan intenso no es previsible que dé pie a alguna sorpresa o a la más leve insinuación de que tras el referendo vendrán, en otoño, las elecciones. La ejecutiva del PSC --añadió uno de los dirigentes consultados-- se limitará a reiterar que Maragall tiene el respaldo del partido por si decide, incluso, poner fin a la relación con ERC, pero esa sorpresa difícilmente será inmediata. Primero, porque de ERC aún depende que el Estatuto supere el miércoles el trámite del Senado, y segundo, porque el resultado del referendo es de muy difícil pronóstico todavía.

"Decisiones --explicó un alto dirigente socialista--, solo se podrán tomar sabiamente una vez conocido el resultado de las urnas". El PSC, por ejemplo, da por buena la teoría de Joan Saura, presidente de Iniciativa, de que un aplastante, por contradictorio que parezca, permitiría incluso agotar la legislatura con ERC dentro del Gobierno.

HIPOTESIS LEJANA Sin embargo, la hipótesis del aplastante es, hoy por hoy, lejana, pero socialistas e Iniciativa coinciden en que el referendo está abierto. Confían mucho en la batería de argumentos que pueden exponer a los ciudadanos. Los hay de tipo práctico, como la simple mejora del servicio de Renfe. Los hay poderosos, como la posibilidad de que Cataluña pierda una mejora sustancial de su financiación. Pero, al final, despuntará el mensaje de que tras el no al Estatuto solo hay el abismo.