La salud de la activista saharaui Aminatu Haidar "empeora a marchas forzadas", según los servicios médicos del aeropuerto de Lanzarote, donde hace 14 días inició una huelga de hambre como protesta por su expulsión de Marruecos cuando intentaba regresar a El Aaiún (Sáhara Occidental). Por ello, el titular de Exteriores, Miguel Angel Moratinos, le ofreció ayer, en el transcurso de una breve conversación telefónica, la nacionalidad española, una medida "extremadamente excepcional" que obedece a su delicada situación. Sin embargo, la defensora de los derechos humanos considera que es insuficiente y no abandonará el ayuno hasta que haya un "pronunciamiento oficial" por parte del Gobierno español, según explicó a la prensa su abogada, Inés Miranda.

Moratinos, que se encontraba en Bruselas para asistir a una reunión sobre la UE y Cuba, conversó con Haidar poco antes de las tres de la tarde, tras un primer intento fallido por el fuerte mareo que esta sufría. La activista necesita una silla de ruedas para moverse, tiene dificultades para levantarse y apenas puede hablar. "Solo habla lo indispensable, aunque está consciente y tiene mucha fortaleza", afirmaron varios miembros de la plataforma de solidaridad que la acompañan.

El ministro propuso a Haidar otras dos salidas: la recuperación de su pasaporte marroquí tramitándolo ante las autoridades consulares de Marruecos en España y la concesión del estatuto de refugiado, lo que le permitiría reagrupar a su familia, pero no regresar a El Aaiún. Un funcionario del Ministerio de Asuntos Exteriores tiene previsto desplazarse hoy a Lanzarote para explicar a la interesada las ventajas y los inconvenientes de las tres opciones.

CUESTION DE HONOR Para Moratinos, la oferta demuestra "el compromiso" del Ejecutivo para "encontrar una solución". Pero Haidar no piensa lo mismo. "Lo digno sería que algún representante del Gobierno español al más alto nivel se ponga en contacto con ella y acuda al aeropuerto de Lanzarote, donde España y Marruecos la han colocado, para hallar una salida", reivindicó su letrada. "Ella dice que sus hijos pueden vivir sin madre, pero ni ella ni sus hijos pueden vivir sin dignidad, y llegará hasta el final", apostilló.

La abogada también subrayó que durante la conversación que mantuvieron Haidar y el titular de Exteriores este se preocupó por su salud y le expresó su "admiración por el valor y la firmeza en la defensa de su posicionamiento", pero "poco más".