Jesús Caldera, portavoz parlamentario y número dos del PSOE, anunció ayer que habrá purga en el partido en Madrid y que se exigirán "responsabilidades" por la traición. Esta posición choca con la que expresó el pasado martes José Luis Rodríguez Zapatero, cuando descartó cortar cabezas, y se aproxima a las tesis defendidas por el presidente del PSOE, Manuel Chaves, y por el exsecretario general Joaquín Almunia.

Chaves se mostró a favor de exigir responsabilidades, una vez finalizada la investigación del caso. Almunia fue más lejos. El jueves en Barcelona reclamó la cabeza de quien puso a los traidores en la lista. A juicio de Caldera, la regeneración democrática que pide su partido incluye "que cambien las cosas a nivel interno del PSOE".

MEJOR SELECCION

"Lo haremos en su momento, claro que sí, y los ciudadanos lo van a ver", aseguró Caldera. Entrevistado por Montserrat Domínguez, en el programa La Mirada Crítica de Tele 5, el portavoz socialista subrayó que esos cambios supondrán la mejora de los procedimientos de selección internos.

Aunque el número dos del PSOE evitó abordar la polémica cuestión de la candidatura que presentarán a las elecciones autonómicas de otoño, en medios de la FSM no se descarta que haya retoques. En todo caso, Rafael Simancas volverá a ser el candidato a la presidencia del Gobierno de Madrid.

Simancas dijo ayer en rueda de prensa que la cuestión de la lista no toca. Que ya llegará septiembre, momento en el que se pondrá manos a la obra. Fuentes del PSOE señalaron que no sería justo añadir ninguna "congoja" más a los diputados socialistas de la Asamblea de Madrid, tras la traición de dos compañeros.

"El problema es evitar que los que puedan causar baja no sean confundidos con ese par de canallas", advirtió una fuente de la FSM. Entre tanto, según defendió Caldera, la obligación de los demócratas es desvelar lo que ha ocurrido puesto que hay dos personas que están en la trama --Tamayo y Sáez--, "pero alrededor hay muchas más y todas ellas son del Partido Popular".

El partido socialista ha descartado plantear la incompatibilidad que podría afectar a Alberto Ruiz-Gallardón, por desempeñar simultáneamente el cargo de alcalde de Madrid y el de presidente en funciones de la comunidad. El equipo del PSOE que elaboró el dictamen sostiene que no es compatible, mientras los servicios jurídicos de la comunidad madrileña, en su propio informe, sostienen que Ruiz-Gallardón está obligado a compatibilizar ambas tareas.

COLABORACION

Sea como fuere, el candidato Simancas anunció ayer que el partido socialista se compromete a colaborar "lealmente" con el presidente en funciones para llevar adelante la gobernación de la comunidad. Simancas pedirá a Gallardón que no adopte "medidas relevantes" sin acordarlas con el Grupo Socialista.