Los padres del guardia civil burgalés Carlos Sáenz de Tejada, asesinado junto a su compañero Diego Salvá por ETA el pasado 30 de julio en Mallorca, denunciaron ayer que los guardias civiles "no tienen garajes para guardar los coches" y, por ello, "tienen que aparcar a dos calles de los cuarteles sin vigilancia".

"A nuestro hijo y a Daniel les pusieron el bombazo porque no tenían sitio para aparcar, ni cámaras de seguridad que los vigilen. Otros, claro, tienen más suerte. Sus inhibidores funcionan, tienen chófer y van en coches blindados. Los guardias no", reprocharon José Antonio Sáenz de Tejada y Esther María García, en una entrevista al Diario de Burgos . Además, solicitaron un endurecimiento de la ley para que los terroristas "se pudran en la cárcel" y se mostraron a favor de que se estudie la cadena perpetua en los casos de terrorismo.