El líder de los populares, Mariano Rajoy, ordenó hace apenas una semana a la junta directiva de su partido que guardara silencio sobre la sentencia del Estatut. Siete días después, su número dos, María Dolores de Cospedal, siguió la consigna de su jefe y eludió dar ayer su opinión sobre la decisión del Tribunal Constitucional de recortar el Estatut o valorar la manifestación que tuvo lugar el pasado sábado en Barcelona.

Sin embargo, la dirigente conservadora osó exigir a otros que den el paso, que el PP evita para no perjudicarse, más de lo debido, en las próximas elecciones catalanas. "El señor Rodríguez Zapatero es el responsable del Gobierno de España y, en cierta medida, de lo que ocurrió el sábado. Deberá dar explicaciones, como presidente, a todos los españoles en el debate del estado de la nación", sentenció De Cospedal ayer, antes de asistir a la entrega del premio Miguel Angel Blanco, otorgado este año a la asociación cívica cubana Las damas de blanco.

A juicio de la secretaria general del PP, la convocatoria del 10-J buscaba oponerse frontalmente a la sentencia sobre el Estatut y, al mismo tiempo, "a los principios y fundamentos en que se asienta la Constitución". Con esa visión de la manifestación, Cospedal reiteró que el jefe del Ejecutivo está obligado a aclarar "cómo es posible que el PSOE, el partido que gobierna España y del que él es secretario general, sea el convocante, junto a otros partidos nacionalistas, de esa manifestación", agregó.

PROMESA DE ALTERNATIVA Lo que no quiso explicar Cospedal es si Mariano Rajoy, por voluntad propia, piensa hacer el miércoles alguna referencia a su recurso en el Constitucional sobre el Estatut o a las consecuencias que ha tenido. No obstante, una vez más garantizó que el líder de los populares aprovechará este debate para presentar una alternativa --está por ver si esta vez responde a las expectativas creadas--, especialmente en lo que a la economía concierne.

"Rajoy defenderá la necesidad absoluta de un plan integral para recuperar la economía española e insistirá en que, con confianza y decisión, y si se ponen los medios oportunos, se puede salir de la crisis", apostilló la número dos conservadora.

Tras el debate, Rajoy tendrá oportunidad de aclarar en Cataluña la postura de su partido respecto a la sentencia del Constitucional y la movilización del 10-J, puesto que el próximo domingo viajará a Sitges para clausurar la escuela de verano del PP catalán. Lo anunció ayer Alicia Sánchez-Camacho, quien desafió al PSC a "decir claramente" si quiere reformar la Constitución y reclamó a CiU que aclare si es o no un partido independentista. La líder del PPC reiteró que la manifestación del sábado solo representó a "la minoría que quiere la independencia".