El candidato de UPN a la presidencia del Gobierno de Navarra, Miguel Sanz, se presentará a la investidura con un programa que busca facilitar futuros acuerdos con el PSN. Declaró que espera que los socialistas garanticen la estabilidad de la legislatura y no respalden una moción de censura contra su persona tras las elecciones generales previstas para marzo. Aunque no cuenta con un compromiso escrito, declaró que confía en las palabras del secretario de organización del PSOE, José Blanco.

El camino de UPN se despeja definitivamente. Sanz pidió ayer garantías al secretario general del PSN, Carlos Chivite, de que se abstendrían en la sesión de investidura, una condición indispensable para que sea elegido. Tras conocer la decisión del grupo socialista, que acatará la orden de la dirección, Miguel Sanz comunicó a la presidenta del Parlamento foral, Elena Torres, que se presenta como candidato. De hecho, es el único que aspira al cargo. El apoyo de CDN, el partido con el que ha compartido gobierno en las últimas legislaturas, le garantiza 24 votos en un Parlamento con 50 asientos.

El calendario de la investidura establece que la presentación del programa de Sanz sea mañana. El viernes, los grupos le replicarán, y el candidato de UPN tendrá opción de contestarles cuantas veces desee. Ese mismo día se realizará la primera votación, en la que se precisa la mayoría absoluta, y en la que el PSN votará en contra. Deberá aguardar al sábado, cuando la abstención de los socialistas le convertirá en presidente con mayoría simple.

PROGRAMA ABIERTO Sanz adelantó que es consciente de su minoría, por lo que se presentará con un programa "abierto y con mucho contenido social". Tras una campaña electoral centrada en los ataques a los socialistas, el candidato de UPN inicia una nueva etapa cargada de guiños a sus adversarios, a los que necesitará en muchas votaciones.

El líder regionalista se mostró confiado en que su programa ofrecerá posibilidades de entendimiento a los socialistas. Ante la posibilidad de que el PSN se alíe con Nafarroa Bai e IUN después de las generales para presentar una moción de censura que le desbancaría de la presidencia, Sanz aseguró que cuenta con el compromiso de Blanco.

Como muestra del inicio del deshielo con los socialistas, Sanz tuvo palabras de agradecimiento para quienes "van a facilitar nuestro Gobierno con su abstención". Incluso llegó a sostener que los conservadores no habían dicho que "Zapatero iba a vender Navarra", sino que "estaba sobre la mesa en el llamado proceso de paz", un giro dialéctico que no casa con las hemerotecas.

El secretario general del PSN, Carlos Chivite, advirtió a Sanz de que su abstención no debe ser entendida como "un cheque en blanco" y le reclamó "un cambio de actitud y de políticas". En concreto, le exigió que termine con su "estrategia de división y enfrentamiento" y reconozca la "diversidad" de Navarra.