Tras un primer intento de eludir el debate, el PSOE ha optado finalmente por responder con toda la artillería a las acusaciones del PP sobre el mal uso de los aviones militares por parte del presidente del Gobierno. Los socialistas exigieron al líder del PP, Mariano Rajoy, y al exministro de Defensa, Federico Trillo, que aclaren si viajaron en aviones militares para acudir a actos electorales en los comicios autonómicos del 2003. Cuadros del PSOE consultados avanzaron que muy pronto sacarán a la luz muchos casos en los que el anterior Ejecutivo del Partido Popular utilizó estos aparatos para actividades no institucionales.

El viaje de Rajoy se produjo cuando era vicepresidente primero. Entonces se desplazó en avión militar a un mitin electoral en Mallorca, según informó la SER. Tras ser emplazados por el PSOE, los populares respondieron que Rajoy voló a la isla para acudir a un acto institucional y posteriormente a un mitin. El PP acusó al Gobierno de filtrar informaciones sesgadas y aplicar la "táctica del ventilador".

El cabeza de lista de los populares a las elecciones europeas, Jaime Mayor Oreja, sí admitió que recurre a su coche oficial para ir a misa y añadió que "no se puede tener la seguridad de lunes a sábado". Eso sí, aseguró que cuando era ministro del Interior "jamás" usó un avión oficial para un acto de partido.

ACTITUD "ELECTORALISTA" El Gobierno está dispuesto a completar la actual regulación sobre el uso de los medios públicos por parte del presidente del Ejecutivo para despejar dudas. Así lo explicitó ayer, tras el Consejo de Ministros, la vicepresidenta primera del Ejecutivo, María Teresa Fernández de la Vega, que no desaprovechó la oportunidad para acusar al PP de "irresponsable" y lamentar la actitud de Rajoy en su afán "electoralista". Fuentes del Gobierno señalaron que esa regulación podría llegar a través de un real decreto que agrupe todas las normas existentes sobre el uso de los medios públicos.

La cúpula del PSOE no quiere volver a sufrir la experiencia de las recientes elecciones gallegas, cuando los ataques del PP sobre el precio del coche oficial y del mobiliario del despacho del entonces presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, monopolizaron la campaña. Entonces, admiten en la dirección socialista, faltó una reacción inmediata. Y ahora se va a producir. "El PP va a tener la respuesta debida y tiene mucho que perder", anuncia un responsable.