José Bono rompió ayer una larga tradición. Desde que es presidente del Congreso, el político manchego no había acudido nunca a la reunión que cada semana celebran los diputados del Grupo Socialista para preparar la actividad parlamentaria. Ayer, en cambio, sí lo hizo. Bono quería dar las gracias a sus compañeros de partido por el apoyo que le han brindado en las últimas semanas ante las acusaciones vertidas por diversos medios de comunicación sobre supuestas irregularidades en la adquisición de patrimonio. Unas acusaciones que los dirigentes del PP han utilizado como munición pesada contra el PSOE en un momento político marcado por las comprometedoras revelaciones del caso Gürtel .

La relación entre ambos casos fue subrayada por los diputados socialistas en la reunión de ayer. El exministro de Justicia Mariano Fernández Bermejo tildó las denuncias contra Bono de "campaña de insidias para intentar tapar el mayor caso de corrupción de la democracia", en alusión a la trama Gürtel . Bono señaló que si la derecha le ha elegido como "diana" ha sido por sus victorias electorales en Castilla-La Mancha, por su defensa de España y por ser cristiano y socialista.