El presidente del PP quiere un gesto de ETA que demuestre que su voluntad de dejar la violencia es una "decisión irreversible". Mariano Rajoy invitó ayer a la banda, desde Radio Nacional, a explicitar sus intenciones en un comunicado o entregar las armas, lo que a su juicio "daría más visibilidad" a las intenciones de los terroristas. El Gobierno no suscribió la idea de Rajoy y consideró más relevante verificar que ETA no tiene intención de volver a usar su arsenal.

Las diferencias entre el Gobierno y la oposición no implican un distanciamiento en la unidad suscrita por José Luis Rodríguez Zapatero y Rajoy en su último encuentro en la Moncloa ante el proceso de paz. El líder conservador se alejó de la dureza de su portavoz parlamentario, Eduardo Zaplana, y volvió a explicitar su "pleno apoyo" al Ejecutivo en esta tarea, pero exigió más "claridad".

Reclamó que el Ejecutivo contacte con la patronal navarra para consensuar una versión sobre las cartas de extorsión a empresarios, y aclarar si fueron enviadas antes o después de que ETA declarara el alto el fuego. El Gobierno cree que lo "realmente importante" es que se abandone "la voluntad de ejercer la violencia", según el secretario de Estado de Comunicación, Fernando Moraleda, quien se afanó en evitar polemizar con el líder de la oposición.