Una vez más, el Rey apostó por defender la Constitución en su discurso con motivo de la Pascua Militar, ayer en Madrid. En esta ocasión, destacó la necesidad de preservar el "espíritu integrador" de la Carta Magna, y de seguir trabajando "juntos todos los españoles". Expresiones que enlazan significativamente con el debate territorial abierto por la aprobación del plan Ibarretxe. Juan Carlos abogó por construir una España cada día mejor, desde el pleno respeto a la Constitución que ha conseguido, dijo, "una avanzada articulación territorial" y muchos años de armónica convivencia y de envidiable modernización.

La Carta Magna, agregó, es de un valor "incalculable" para que España siga progresando unida, en democracia y en libertad. El Monarca pronunció su discurso en el Palacio Real de Madrid ante el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, toda la cúpula militar y los ministros de Interior, José Antonio Alonso, y de Defensa, José Bono. Le acompañaban la Reina y los príncipes de Asturias. Al dirigirse a los mandos militares que le rodeaban, el Rey les animó a seguir guiando su quehacer diario con el amor a España. No olvidó tampoco destacar el importante papel que atribuye a las Fuerzas Armadas la nueva directiva de Defensa Nacional, que acaba de aprobar el Gobierno, así como la importante modernización de los medios técnicos puestos a disposición de los ejércitos.

Tras reconocer la demostración de valía de muchos profesionales a lo largo de 15 años en misiones de mantenimiento de la paz y de ayuda humanitaria a otros países, expresó su reconocimiento a todos aquellos que perdieron la vida en el cumplimiento del deber. Varios altos mandos fueron condecorados.

El Rey expresó además su más cariñosa felicitación y los mejores deseos para este año recién comenzado a todos los hombres y mujeres de las Fuerzas Armadas y de la Guardia Civil.

LOS AFECTADOS Las víctimas del maremoto en Asia estuvieron asimismo presentes en las palabras de Juan Carlos, quien manifestó su "más profunda conmoción y enorme pesar," por los miles de muertos y desaparecidos por el tsunami, e invitó a los españoles a proseguir en su esfuerzo de solidaridad.

Como ya hiciera en su mensaje navideño, las víctimas del 11-M en Madrid fueron objeto de un emocionado recuerdo. "A sus familias y a cuantos padecen las muy dolorosas secuelas del terrorismo les hacemos llegar nuestro abrazo, nuestra cercanía y nuestra más profunda solidaridad y entrega," señaló el Rey.