El encuentro entre Mariano Rajoy y Albert Rivera en la Moncloa duró ayer una hora, pero no pareció haber servido de mucho. El líder de Ciudadanos no logró convencer al presidente del Gobierno de la presunta necesidad de actuar «de inmediato» frente al nuevo presidente de la Generalitat, Quim Torra, a través de la aprobación exprés de una nueva suspensión de la autonomía catalana, una vez que la actual aplicación del artículo 155 de la Constitución decae con la formación del Govern. Rajoy no se movió de su posición, que comparte con el líder socialista, Pedro Sánchez, con quien se reunió el pasado martes. Hay que esperar a los «hechos» de Torra, insisten en el Ejecutivo y el PSOE, antes de volver a intervenir.

Pero para Rivera las meras palabras del recién elegido son suficientes para reactivar el 155. El líder de Ciudadanos puso como ejemplo, tras el encuentro, que el dirigente de Junts per Catalunya dijo que el presidente «legítimo» no era él, sino Carles Puigdemont. «Pedimos extender el 155. Creemos que se puede hacer inmediatamente con una propuesta del Gobierno y una resolución del Senado», dijo Rivera.

«El 155 es política y es el momento de hacer política. Es el momento de actuar y no mirar hacia otro lado. Es mucho más sensato y moderado aplicar el 155 que volver a la vía penal cuando ya se hayan cometido los delitos», continuó el líder de Cs, partidario de que esta vez, a diferencia de la intervención del año pasado, se incluya el control de los medios de comunicación públicos de Cataluña. El líder de Ciudadanos también quiere que esta nueva aplicación del 155 suponga que la cúpula de los Mossos d’Esquadra esté «comprometida con la Constitución», así como que se controlen «de manera efectiva» las cuentas de la Generalitat, porque el control reforzado del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA), aprobado en el 2015, «no es suficiente».

Rivera comprometió «todo el apoyo» de Ciudadanos si Rajoy decide actuar en Cataluña en lugar de «salir corriendo» de allí, perono aclaró qué hará si el presidente del Gobierno no atiende a sus exigencias. «La unidad se mantiene en tanto que el Gobierno decida actuar, si no no hay nada que apoyar», subrayó.

Rajoy se comprometió a estudiar todas estas propuestas, pero no parece que vaya a cambiar de idea. El Gobierno insiste en esperar. «Cualquier ilegalidad será respondida», señalaron fuentes del Ejecutivo tras la cita en la Moncloa. «La unidad de los partidos constitucionalistas es el mejor instrumento para hacer frente a este desafío. La prioridad debe ser dar una respuesta pactada y proporcional», concluyeron las mismas fuentes, que añadieron que el encuentro, pese a las diferencias entre el jefe del Ejecutivo y el líder de Ciudadanos, fue «muy bien». Eso sí, ambos están muy lejos de la sintonía que mostraron Rajoy y Sánchez, que incluso difundieron un comunicado conjunto tras la reunión del martes, en la que acordaron reactivar el 155 si el nuevo Govern se saltaba la ley.