El presidente de la Conferencia Episcopal, el cardenal Antonio María Rouco Varela, se siente legitimado para opinar de la crisis económica desde el púlpito. E, incluso, para recomendar con urgencia a sus fieles "una conversión política y jurídica" si se pretende superar la dificil situación por la que atraviesa España. Ayer bautizó su alocución semanal con el título Conversación cuaresmal en tiempos de crisis y, entre otras cosas, subrayó que el feroz incremento de las cifras del paro en España motiva que los ciudadanos teman al futuro y se pregunten, dijo el cardenal, "¿quién y cómo se garantizarán las prestaciones por desempleo, la jubilación o la vejez?".

A continuación, el cardenal consideró imprescindible ahondar en las causas de la recesión para intentar superarla y advirtió de que, junto a los motivos de origen técnico, hay que tener en cuenta el "uso" que se ha hecho de la "libertad" en los últimos años. Dicho esto, Rouco aseveró que "urge una conversión personal, social y cultural" y, sin demasiado disimulo, añadió que debe impulsarse también, "de algún modo, una conversión política y jurídica" en el seno de una sociedad que, según él, está "profundamente herida".

CONTINUA EL RIFIRRAFE Y mientras la Iglesia católica se sumaba al debate abierto en torno a la crisis y las posibilidades de alcanzar un pacto de Estado, los principales partidos políticos continuaron ayer con su rifirrafe particular, aún más animado por la irrupción del Rey y su llamamiento al acuerdo. Así, el ministro de Fomento y vicesecretario general del PSOE, José Blanco, acusó a los populares de haberse instalado en la "pasividad destructiva", dado que la crisis económica, señaló, les viene bien "para ganar las elecciones". En la misma línea se pronunció la responsable de organización de los socialistas, Leire Pajín, quien afeó a los dirigentes conservadores que se nieguen a "arrimar el hombro" a fin de conseguir más votos.

Por su parte, la número dos del PP, María Dolores de Cospedal, volvió a insistir ayer desde Toledo, donde el PP de Castilla-La Mancha celebró su junta directiva regional, en que su partido solo firmará un pacto de Estado con el Ejecutivo si el presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, accede a cambiar el rumbo de su política económica. "Si no saben qué hacer o qué ofrecer a los españoles, entonces que admitan las propuestas del PP o que dejen paso a otros, porque España necesita un cambio de Gobierno", sentenció la secretaria general de los populares.