El candidato del PSOE a la presidencia de Madrid, Rafael Simancas, aseguró ayer que las nuevos datos sobre la traición de Eduardo Tamayo y María Teresa Sáez, difundidos por la cadena SER y por el semanario Interviú , confirman que detrás del posible soborno a ambos diputados existe una "trama de corrupción política" para torcer la voluntad de los ciudadanos e impedir un Gobierno de "progreso" en la Comunidad de Madrid.

Ante esta situación, Simancas animó a todas las fuerzas políticas y los ciudadanos de la capital a exigir a Eduardo Tamayo y María Teresa Sáez la entrega inmediata de sus actas de diputados y así no tener que repetir las elecciones autonómicas.

PRINCIPAL BENEFICIARIO

El candidato socialista declinó vincular a los constructores Francisco Vázquez Igual y Francisco Bravo Vázquez, relacionados con los tránsfugas, con dirigentes del Partido Popular. Más osado, Jesús Caldera, portavoz socialista en el Congreso de los Diputados, reflexionó acerca de quién saca provecho de este turbio asunto. A su juicio, es "evidente" que el principal beneficiario es el PP. Caldera subrayó también que cada minuto que pasa sin que el PP exija la devolución de los escaños se desmuestra que este partido está buscando "su propio beneficio". A su vez, José Blanco, secretario de organización socialista, consideró "raro" que los especuladores "nunca intenten sustituir a ningún cargo del PP".

EN GUARDIA

Ante las nuevas revelaciones, el secretario general del PP se puso en guardia. Javier Arenas anunció que su partido se querellará si el PSOE o cualquier persona hace "alguna insinuación directa, con nombres y apellidos", sobre una implicación del PP en la supuesta trama denunciada.

Arenas reiteró las tesis de los populares respecto a que éste es un problema del PSOE que tienen que resolver los socialistas y, en este sentido, abogó por celebrar elecciones anticipadas si el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, "no es capaz de solventar" la situación.

Asimismo el líder popular opinó, que sería positivo que se conocieran las conversaciones que Eduardo Tamayo y María Teresa Sáez tuvieron con Rodríguez Zapatero que, según apuntó, "fueron claves para su elección" como secretario general del partido socialista.

El líder de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, sostuvo que "ésta es la conspiración más importante contra la democracia después de la de Antonio Tejero, pero no hecha con armas sino con cheques y talonarios".