El Partido Socialista de Madrid (PSM) no levanta cabeza. Cuatro días después de que el alcaldable Miguel Sebastián renunciara a su acta de concejal, el secretario general de Madrid, Rafael Simancas, que obtuvo unos pésimos resultados en la batalla por la Comunidad de Madrid, anunció que también se iba. Simancas subrayó que era una "decisión personal" ante la necesidad del PSM de "cambios profundos e inaplazables".

Simancas presentó su renuncia tras comunicárselo a Zapatero. Posteriormente, en rueda de prensa, indicó que ya en la noche electoral pensó en dimitir, pero que cambió de opinión. En su comparecencia reveló que en las "últimas horas" había llegado "a una conclusión diferente", pero no explicó más. Ante los rumores de que Zapatero había decidido prescindir de él, reiteró que su renuncia es una "decisión personal". Fuentes socialistas indicaron que el detonante ha sido el reparto de poder que se hizo el domingo en el Ayuntamiento de Madrid.

"Ha sido un gesto de compromiso que la dirección del partido valora", señaló el secretario de organización del PSOE, José Blanco. Este anunció que en las próximas horas nombrará una gestora que dirigirá el PSM hasta el congreso extraordinario.