La confidencialidad que requieren las intervenciones telefónicas justifica en muchas ocasiones el secreto que imponen los jueces. Los implicados en el caso Gürteltuvieron sus teléfonos intervenidos durante meses. El sistema Sitel no solo graba. También permite saber, por ejemplo, dónde se encuentra una persona. La policía ha desmontado coartadas de asesinos al demostrar gracias al teléfono móvil que estaban en el lugar del crimen.