Todos los grupos, salvo el PP, apostaron ayer por encarar la recta final de la comisión del 11-M con la redacción de sus conclusiones. Tras las comparecencias de José María Aznar, José Luis Rodríguez Zapatero y, previsiblemente, las víctimas del 11-M, la mayoría de los comisionados opinan que la investigación parlamentaria debe finalizar.

El socialista Alfredo Pérez Rubalcaba opinó que las conclusiones de la comisión deben centrarse en "buscar soluciones" en la lucha contra el terrorismo islamista y "no herir" al Gobierno de Aznar. Pese a asumir que el PP no pactará el relato sobre la actuación de Aznar del 11 al 14 de marzo, el PSOE está dispuesto a atemperarlo siempre que los populares se avengan a cerrar la comisión. Pero los socialistas no quieren asumir el coste político de poner fin de la investigación parlamentaria sin el apoyo del PP, que ayer mismo exigió que continúe abierta.

En las filas del PP, sólo el presidente gallego, Manuel Fraga, propuso dar carpetazo a la comisión. El portavoz del PP, Eduardo Zaplana, acusó a Zapatero de "sembrar de bombas" la comisión con una comparecencia que Mariano Rajoy tachó de "sectaria". El líder del PP reprochó al presidente que revelase la charla telefónica que tuvieron el 11-M y negó que se desmarcara en privado de Aznar. "Ha destruido el famoso talante", sentenció.