Después de calmar, al menos de momento, el enojo catalán por la financiación, el vicepresidente Manuel Chaves logró ayer satisfacer también al presidente de la Comunidad Valenciana, Francisco Camps. Chaves prometió al dirigente del Partido Popular los 1.200 millones que la Generalitat reclama para atender el aumento de población en los últimos años, fijado en un millón de nuevos ciudadanos.

El vicepresidente aseguró que la bilateralidad y la multilateralidad en la negociación "son compatibles". Fijó, además, para el próximo mes de septiembre la celebración de una conferencia de presidentes autonómicos.

Camps, por su parte, celebró el resultado de la reunión con Chaves: "Sé que tengo en el vicepresidente del Gobierno un aliado". El dirigente socialista subrayó que el encuentro entre ambos había sido "amistoso y positivo".