Los gobiernos central y vasco coincidieron ayer en aceptar que algo se ha movido en Batasuna, pero no lo suficiente. El Ejecutivo de Juan José Ibarretxe calificó la propuesta de paz de Arnaldo Otegi de "avance" y admitió que se ha entrado en "una nueva fase", pero dejó claro que subsisten "importantes lagunas". Y éstas impiden que el Ejecutivo vasco negocie con Batasuna el plan Ibarretxe o los presupuestos. Por ello, reclamó a la coalición "mayor claridad y contundencia" respecto a la violencia de ETA y emplazó a la banda a que renuncie definitivamente a las armas.

En un ejercicio de equilibrio, la portavoz el Gobierno vasco, Miren Azkarate (PNV), saludó la propuesta de Batasuna porque "apuesta por las vías exclusivamente políticas y democráticas y, por tanto, rechaza la violencia como medio para obtener fines políticos, pero no aclara ni solicita explícitamente a ETA que abandone la violencia".

Por su parte, la vicepresidenta Teresa Fernández de la Vega reconoció que el Ejecutivo de Zapatero "mira con interés" cualquier movimiento "aunque sea ligero" en Batasuna, pero subrayó que la propuesta revelada es "absolutamente insuficiente".