España ha tejido en los últimos meses una tupida malla de complicidades en Brasil. Políticas, económicas y comerciales, pero también educativas y culturales. En su tercera visita al continente iberoamericano desde su llegada, hace nueve meses, a la Moncloa, José Luis Rodríguez Zapatero convertirá hoy al presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, en su gran aliado estratégico en Suramérica. Brasil debe ser, junto a México, la gran puerta de entrada de España en Iberoamérica, según fuentes diplomáticas españolas.

La gira suramericana de Zapatero le llevará a tres países en apenas cuatro jornadas: Brasil, Argentina y Chile. Un periplo trufado de intereses políticos y económicos que tiene su primera escala en Brasilia, adonde el presidente español llegó ayer acompañado por los ministros de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos, e Industria, José Montilla.

Aparte de la cena de anoche, de carácter privado, la de hoy será la tercera entrevista formal que mantengan Zapatero y Lula, presidente de Brasil desde hace dos años. Lula ganó las elecciones del 2002 en la principal potencia iberoamericana --177 millones de habitantes-- con un programa de reformas destinadas a corregir las graves desigualdades sociales. Pero la popularidad que cosechó en el proceso electoral ha ido menguando por las dificultades para cumplir sus promesas.

RELANZAR LA ALIANZA Las diplomacias española y brasileña han negociado unos acuerdos para llenar de contenido la Alianza Estratégica que José María Aznar y Lula firmaron en noviembre del 2003. Pacto que, según el Gobierno español, apenas se ha desarrollado. La declaración que hoy firmarán Zapatero y Lula anunciará el relanzamiento de esta sociedad.

Ambos prevén acordar la creación de un Foro de Diálogo estable con la participación de personalidades de ambos países, un cauce de colaboración que España ya ha establecido con Alemania y el Reino Unido. También constituirán un grupo de trabajo bilateral para ampliar los intercambios comerciales y las inversiones, y firmarán dos protocolos sobre turismo, un memorando sobre educación y otro sobre el cambio climático. Y alentarán la expansión del Instituto Cervantes en Brasil.

El impulso a las negociaciones entre la UE y Mercosur, así como la reforma de la ONU, figurarán en la agenda de Zapatero durante la gira. Tanto a Lula como a los presidentes argentino, Néstor Kirchner, y chileno, Ricardo Lagos, les arrancará un compromiso explícito a favor de la Alianza de Civilizaciones, la apuesta por el multilateralismo que Zapatero formuló en septiembre ante la Asamblea de la ONU.

PERIPLO RECORTADO A raíz de la aprobación del plan Ibarretxe en el Parlamento vasco y de la oferta de Batasuna, del 14 de enero, el presidente ordenó recortar este periplo para no dilatar su ausencia de España más allá de lo estrictamente necesario. Y es que las circunstancias políticas españolas e iberoamericanas han hecho que los preparativos del viaje oficial hayan sido especialmente accidentados.

Un intento de última hora de hacer escala en Caracas y concertar una cita con el líder venezolano, Hugo Chávez, se frustró por las dificultades para cerrar los acuerdos previstos --la adquisición a Izar de un barco y varias patrulleras-- y el temor a que el encuentro, habida cuenta de la crisis diplomática desatada entre Caracas y Bogotá, enturbiase la visita a España del presidente de Colombia, Alvaro Uribe.