Entre los mejores de los mejores". El Partido Socialista arropó ayer en Cádiz a una de sus bazas, el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, que encabezará la lista al Parlamento por la provincia. El líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, que confía en él para triunfar en una plaza complicada, animó a los andaluces a ayudarle a obtener una mayoría más amplia "para culminar lo empezado, no depender de nadie y desear que exista una oposición que arrime más el hombro por los intereses del país".

Rodeado de un millar de militantes en el palacio de Congresos --a cuyas puertas otros 500 seguían el acto por pantallas gigantes--, un relajado Zapatero defendió unas listas socialistas que, a su juicio, no merecen comparación con las del PP. "Para que un equipo tenga éxito, no solo importa el entrenador, sino también el equipo", dijo, planteando un hipotético debate entre sus primeros espadas y los populares: Alfredo Pérez Rubalcaba y Angel Acebes; Teresa Fernández de la Vega con Eduardo Zaplana, o Pedro Solbes contra Miguel Angel Arias Cañete.

RETO DE RAJOY Y alusión también para Mariano Rajoy. "Qué barbaridades cuando no se sabe qué decir para sacar un titular", dijo, recordando el comentario de Rajoy al principio de legislatura acerca de que podría hacer "50 gobiernos mejor que el actual" y retando al líder del PP a un cara a cara en la campaña.

Zapatero recordó que Andalucía será clave para lograr la mayoría "amplia" que le permita continuar con los cambios. E ironizó al afirmar que en el PP "son tenaces en no escuchar a los ciudadanos en las urnas, que son quienes tienen la última palabra en democracia". Zapatero repasó los avances sociales en los últimos tres años, y destacó la posición de España como segundo país en cooperación al desarrollo según la OCDE. "El mayor cambio es haber pasado de ser recordado por la foto de las Azores a que se subraye nuestra ayuda contra la pobreza", dijo.

El talante chistoso de los gaditanos se extendió a Rubalcaba, que dijo que ha notado la cercanía de las elecciones al ver la cara de "perdedor" de Rajoy. "No es la alegría de la huerta, pero ahora tiene una cara de pena especialmente grave".