Pese a contar con la autorización del Parlamento para iniciar el proceso de paz con ETA, José Luis Rodríguez Zapatero quiere aplazar hasta después de las próximas elecciones generales, previstas para marzo del 2008, cualquier decisión sobre la excarcelación de etarras. El presidente confía en que, si las cosas no se tuercen y se acumulan más años sin víctimas, el paso por las urnas será un plebiscito favorable a la negociación y le permitirá conjurar con más fortaleza la hostilidad del PP y de la mayoritaria Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT).

Avisada de las intenciones de Zapatero, ETA ha optado por la contención. En los casi tres meses transcurridos desde la declaración del alto el fuego, la banda ha evitado ondear la bandera reivindicativa de la excarcelación a la espera de tiempos más propicios. Cuando llegue el momento, el Gobierno decidirá, caso por caso, si tramita las excarcelaciones por la vía del indulto parcial, la libertad condicional o la aplicación generosa del régimen penitenciario abierto.

Queda, además, la opción de impulsar reformas legales para facilitar la salida de prisión a los terroristas, como se ha hecho en Irlanda del Norte, aunque desde la Moncloa se descarte oficialmente esa posibilidad. El caso norirlandés es paradigmático: en abril de 1998, con apenas un año en el poder, Tony Blair firmó el acuerdo para Irlanda del Norte y, tres meses después, promovió una ley de libertad condicional que ha permitido hasta la fecha la excarcelación de 449 terroristas.

PENA REDUCIDA Dicha ley establece que los presos que perpetraron actos de terror antes del acuerdo de paz solo cumplirán un tercio de la condena, y aquellos con cadena perpetua pasarán a cumplir penas equiparables a prisioneros no terroristas menos un tercio de la condena.

Entre los beneficiarios está Patrick Magee, condenado en 1986 a ocho cadenas perpetuas por el atentado de Brighton, en el que murieron cinco personas. Cuando Magee salió en libertad en 1999, tras solo 14 años de cárcel, Blair reconoció que era "duro para el estómago" ver a semejante criminal en la calle, pero consiguió mantener la confianza en el proceso de paz.

LECCION DE FIRMEZA A Zapatero, de momento, le queda el camino de las concesiones menores para calmar a los presos, como su aproximación a Euskadi. Pero incluso en este terreno, sopesa evitar las prisas para dar una lección de firmeza al PP, que ataca al Gobierno por su supuesta debilidad ante ETA y omite que, cuando José María Aznar gobernaba, acercó a Euskadi a 133 reclusos de ETA durante la tregua de 1998-99. Actualmente hay 490 reclusos de ETA en cárceles españolas, más 155 en Francia y otros cinco en México. La población reclusa se ha ido reduciendo en los últimos años por cumplimientos de condena.