Alrededor de 3.000 interinos docentes cobran cada año los meses de verano en Extremadura. Son aquellos que obtienen una vacante para todo el curso y que están en los centros educativos desde el primer día de curso. Sin embargo, hay otros interinos contratados para hacer sustituciones que no logran alcanzar el número de días de trabajo suficiente (280 días desde 2012) para percibir el salario en los meses estivales. La Consejería de Educación señala que no puede precisar el número de docentes interinos que estarían en esta última situación, puesto que las sustituciones varían cada año, pero asegura que son más los interinos que logran vacante (unos 3.000) y que por tanto sí perciben sus ingresos durante los meses de julio y agosto.

El pago del verano vuelve al debate público después de que el Tribunal Supremo haya declarado nulo el despido de los interinos que son contratados en septiembre sin pagarles julio y agosto. Esta situación no ocurre en Extremadura porque los interinos contratados desde septiembre sí cobran el verano, pero el fallo del Supremo ha servido para que los sindicatos recuerden a la Consejería de Educación que hace seis años los requistos eran más flexibles. Desde 1994 y hasta el año 2012 tenían que trabajar un mínimo de 165 días para percibir el salario de julio y agosto, pero aquel verano el Ejecutivo regional de PP decidió incrementar ese mínimo a 280 días (casi los diez meses del curso). Los sindicatos recuerdan ahora que aquello fue una medida transitoria incluida en el decreto 122/2012 ante los recortes que se llevaron a cabo en las administraciones públicas y urgen al Ejecutivo actual revocarla. «Vamos a insistir en ello porque se acordó subir a 280 días con el compromiso de que nos sentaríamos para volver a lo que había antes una vez que pasara lo más gordo de la crisis, pero esto no se ha tocado y hay interinos que se siente agraviados», denuncia PIDE.

En la misma línea, desde ANPE exigen recuperar el acuerdo firmado por este sindicato y el Ministerio de Educación en 1994 y que permite el cobro del verano a los interinos que trabajen al menos 165 días.

También el sindicato CSIF reclamó ayer que no se corten los contratos el 30 de junio y recordó que además del salario, el decreto 122/2012 también tiene consecuencias en la experiencia del docente, ya que los meses de verano si no se pagan no se contabilizan.

Desde la Federación de Enseñanza de CCOO exigen la derogación inmediata del decreto y que se vuelva a fijar el mínimo en 165 días para este mismo verano. Y desde UGT insisten en la necesidad de conseguir la igualdad de oportunidad para todos. Reclama además que los llamamimentos de los interinos se realicen el 1 de septimebre y «no se alarguen» para evitar que se alcancen los 280 días.