La compra del nuevo coche oficial de la vicepresidenta segunda y consejera de Economía, Comercio e Innovación, Dolores Aguilar, ha generado tal revuelo que ayer le llevó, a primera hora del día, a presentar su dimisión al presidente de la Junta. Se trata de la primera vez que un miembro del gobierno regional pone sobre la mesa de Guillermo Fernández Vara su renuncia, quien no obstante revocó esta decisión y ratificó a Aguilar en su cargo, asumiendo toda la responsabilidad por la adquisición de este vehículo, un Lexus valorado en 68.000 euros, que el Gobierno extremeño va a tratar de devolver al concesionario en el que lo compró, porque "parece razonable que así sea", dijo.

El presidente convocó a los medios de comunicación para dar cuenta de la renuncia al cargo de la vicepresidenta, y de que como máximo responsable del Gobierno extremeño no la aceptaba al considerar que este asunto "no puede llevarse por delante el trabajo, el esfuerzo y la capacidad" que ha desempeñado la vicepresidenta desde que ocupa este puesto. "Asumo la responsabilidad de todo", dijo Fernández Vara, como muestra de apoyo a Aguilar.

El presidente no quiere perder ni un minuto más en un asunto como este que ha saltado a la agenda política tan solo unos días después de reunir a todos los altos cargos de su administración para pedirles que se aprieten el cinturón para reducir los gastos derivados de viajes, teléfono o calefacción para hacer frente a la crisis económica. Por ello, y para evitar "una carrera alocada" en la que se crucen acusaciones con la oposición sobre lo que ha costado el coche de un consejero o el del alcalde de un municipio cualquiera, propuso ayer que sea el parlamento regional, como ente en el que están representados todos los extremeños, quien elabore un "código de buen gobierno" que sea de obligado cumplimiento tanto para la Junta como para la Asamblea.

Esta especie de manual de buenas prácticas del político extremeño, que podría aplicarse a otras administraciones e incluso a las empresas públicas, fijaría los límites de los sueldos de los miembros del gobierno, al resto de altos cargos de la administración regional y de los diputados. También recogerá cuánto pueden gastarse en un coche oficial, así como los hoteles en los que pueden alojarse o el coste de un determinado acto protocolario, además de las posibles incompatibilidades en las que pueden incurrir los políticos en cuanto a sus ingresos.

UN CAPRICHO PERSONAL Desde el Partido Popular, el portavoz Luis Alfonso Hernández Carrón, aplaudió el anuncio de la devolución del coche y también la renuncia al cargo presentada por Aguilar, que a su entender es la forma que tienen los políticos de reconocer que han cometido un error. Por ello, no entiende que Fernández Vara no haya permitido a la vicepresidenta asumir su responsabilidad y haya revocado su decisión. "En política los errores se sustancian con la dimisión, que es lo que ahora esperan los ciudadanos" tras un episodio que, según dijo, ha dañado la imagen de Extremadura. "¿Qué van a pensar de nosotros otras comunidades autónomas cuando estamos pidiendo más financiación?", señaló.

Los populares entienden que la marcha atrás que ha dado la Junta en un asunto en el que primero justificó el precio del coche por sus cualidades en el ahorro de combustible y que después derivó en las disculpas de la vicepresidenta y el posterior anuncio de devolución del mismo, indican que el ejecutivo regional mintió al defender los criterios para la adquisición de los vehículos oficiales, y que no ha seguido más criterios para su compra que el "capricho" de la titular de Economía.

El PP celebra la iniciativa de crear una guía del buen gobierno, pero también un código deontológico para un partido, el PSOE extremeño, que "lleva 25 años en el gobierno y que sigue cayendo una y otra vez en los mismos errores".