Delegados de clase los ha habido siempre, pero a partir del próximo año serán también los padres los que realicen esta función y celebrarán asambleas para analizar la situación de los alumnos, sus problemas, peculiaridades, necesidades, etcétera. Además, habrá padres y alumnos preparados para resolver pacíficamente cualquier conflicto que pueda surgir en el ámbito escolar.

Estas son dos de las medidas que contempla el plan de formación de familias, elaborado por la Consejería de Educación junto a las asociaciones de padres aglutinadas en la Feapa y Concapa, con el objetivo de implicar en la educación a las familias que todavía no lo hacen, y que suelen coincidir con aquellas en peor situación socioeconómica y con los alumnos que obtienen peores resultados escolares, según señala la consejera del ramo, Eva María Pérez.

El plan, una "hoja de ruta para la implicación y formación de las familias", tiene un presupuesto anual de casi 780.000 euros y una vigencia del 2011 al 2015. "Hay que alentar y señalar a las familias que no se implican", destaca Pérez, que insiste en que se han hecho cosas para lograr esta mayor implicación, pero "queda mucho camino por recorrer".

El documento, que no detalla cómo será el proceso de elección de esos padres delegados de clase o en qué va a consistir la formación de las familias y alumnado para mediar en los conflictos escolares, contempla también actividades formativas para los padres en aspectos como el correcto uso de internet, educación para el consumo, prevención de la violencia de género o la ayuda a los hijos en las tareas educativas; así como la creación de comunidades virtuales para que las familas puedan compartir proyectos e inquietudes, la puesta en marcha de equipos de orientación de familias, grupos de apoyos a familias de alumnos con necesidades específicas en el ámbito escolar y el acceso de los padres a los medios tecnológicos del centro. A este respecto, "los centros deben abrir las puertas a los padres dentro y fuera del horario lectivo", subraya la consejera.

Desde la Federación Regional Extremeña de Asociaciones de Padres y madres de Alumnos de Centros Públicos (Freapa-CP) consideran el plan "un paso hacia adelante para que haya más familias que se impliquen en la educación", porque "deben ser actores de primer orden en el ámbito educativo", según explica su presidenta, Joaquina López.

Por su parte, Rafael Ramos, presidente de Concapa, avala el plan, pero aboga porque los padres "no tengan ningún impedimento para acercarse a los centros", reconoce que la participación en los consejos escolares "es mínima", y pide que el documento "no quede en buenas intenciones y haya resultados".