Un espectáculo de luminotecnia fue el último acto celebrado ayer en Mérida con motivo de las fiestas de Carnaval. El río Guadiana fue el lugar elegido para finalizar el entierro de la sardina, un enorme ejemplar de tres kilos que portaba la comparsa ganadora de esta edición del Carnaval Romano, Los Pilinguis .

El cortejo fúnebre lo abría otra comparsa, Los Danzarines Emeritenses , con sus tambores e instrumentos musicales.

Tras el ataúd desfilaban, en primer lugar, Los Sureños , que con su disfraz de viudas venidas a más han obtenido el premio La tijera de oro al mejor vestuario. A Los Sureños le seguían unas 1.500 personas, muchas de ellas de luto y algunas con antorchas.

El presidente de la Asociación Cultural Carnaval Romano, Andrés Madrigal, manifestó que este año el Carnaval "ha sido muy participativo. Se han incorporado muchas personas a la fiesta". Como ejemplo señaló el desfile del domingo, al que se fueron sumando grupos de carnavaleros "que ni siquiera sabíamos que existían".

El entierro de la sardina comenzó a las nueve de la noche. Al terminar el funeral se repartieron entre los dolientes perrunillas y licor.