Extremadura votó ayer en contra de la propuesta del Gobierno para el reparto de los objetivos de déficit y pidió al ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, «diálogo y no un debate hecho donde solo cabe el sí, el no o la abstención». Blanco-Morales hizo estas declaraciones tras participar ayer en Madrid en el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF), donde se acordó un déficit del 0,3% para el año 2018 y del 0% para 2019 y 2020. Todas las comunidades gobernadas por el PSOE, incluidas Cantabria y Cataluña, votaron en contra.

Blanco-Morales insistió en la necesidad de establecer criterios «claros» que ayuden a comprender por qué se hace ese reparto entre el Estado y las comunidades autónomas. Insistió en que es «injusto» que con crecimiento económico el reparto se mantenga exigiendo a las regiones un mayor ajuste. Por ello, la consejera acusó al Gobierno de «inacción» y de derivar sus responsabilidades a las autonomías, que son las que prestan los servicios públicos esenciales como la sanidad o la educación. Blanco-Morales exigió además al Ejecutivo que flexibilice la regla de gasto, ya que no se puede atribuir como propio el superávit de los ayuntamientos.

Frente a la postura de la Junta, el PP extremeño advirtió ayer de las consecuencias que tendrán los incumplimientos del Ejecutivo autonómico para todos los ciudadanos. A juicio de los populares, no hay interés alguno por parte del Ejecutivo en cumplir el objetivo de déficit en ningún ejercicio de la actual legislatura mientras la deuda pública sigue disparándose.

«La Junta esté dispuesta a hacer méritos sanchistas girando a la izquierda no solo en la plurinacionalidad, sino también en materia fiscal», aseguró su portavoz, Luis Alfonso Hernández Carrón.