Trabajar por conseguir un mundo mejor y que los jóvenes sean el presente y futuro del mundo. Con esas consignas fueron hasta Filipinas las extremeñas Carmen Ledesma y María Pérez, de Badajoz y Plasencia, para representar a España en el encuentro mundial de jóvenes en el país asiático. Ambas son responsables de la juventud estudiante católica de España que se dedican a los jóvenes y a su educación.

Carmen y María compartieron once días con 150 jóvenes llegados de todo el mundo. Este encuentro se hace cada cuatro años "y primero hay unos días de formación y también para celebrar la asamblea de la Formación Global del Movimiento Internacional de Estudiantes Católicos (MIEC) y después otros días para poder comprobar como se trabaja por la juventud en el país en el que se celebra el encuentro", señala Carmen Ledesma. En esta ocasión se eligió a estas dos extremeñas para acudir y lo recibieron "con sorpresa e ilusión, pues pensábamos que sería una experiencia muy rica para trasladar todo lo aprendido a España", explica la joven.

Un objetivo común

El encuentro se realizó bajo el lema Sal de la Tierra, luz del Mundo. Los estudiantes construyen el Reino de Dios . El objetivo común de todos los participantes no era otro que "seguir aprendiendo a trabajar con los jóvenes y luchar contra las injusticias, cambiar las realidades que nos rodean y llevar ese reino de Dios al medio estudiantil que es donde nosotros nos movemos". Los jóvenes pudieron conocerse entre ellos y al mismo tiempo las diferentes culturas de cada país participante en el encuentro. "Lo que puedo decir es que ha sido una experiencia muy positiva, muy enriquecedora y una de las mejores que he tenido a lo largo de mi vida", sentencia Carmen.

Los cerca de 150 participantes estuvieron juntos del 24 de julio al 3 de agosto. "La idea era compartir los espacios de reflexión, nuestras experiencias y las vivencias sobre diferentes temas como la educación, el Medio Ambiente, la corrupción o los conflictos bélicos" y de esa manera pudieron ver cuál era la situación de los jóvenes en los diferentes países y observar diferencias y similitudes. También tuvieron la oportunidad de conocer la realidad de Filipinas, cómo viven las familias allí "y pudimos conocer el día a día de algunas personas". Todo el encuentro se realizó en inglés "pero teníamos traductores para así poder comprenderlo todo perfectamente y poder trabajar sin ningún problema", asevera la responsable extremeña de la delegación de Badajoz.

Las participantes en el encuentro se sintieron "como en familia". Lo que más les gustó fue "conocer la realidad de Filipinas y saber cómo se ayudan las familias unas a otras". La diversidad de culturas presentes en el encuentro fue algo que también les gustó "pues pudimos hablar sobre la vida en sus países, lo que tienen prohibido y conocer sus experiencias a lo largo de su vida", señala Carmen.

Las conclusiones que sacaron de la reunión fueron: centrar todos los medios y los esfuerzos en el tema de la educación y el Medio Ambiente y trabajar los temas relacionados con los conflictos y la paz en el mundo. "De esta manera podremos trabajarlos en red con los jóvenes para luchar contra las injusticias y poder cambiar el mundo", explica la joven.

La responsable de la juventud estudiante católica de España lanzó un mensaje a los jóvenes para que "confíen en el Padre" y que sepan que no están solos "que hay más jóvenes que tienen las mismas inquietudes que nosotros y que si cada joven aporta un poco, la realidad se puede cambiar. Con pequeños detalles se pueden hacer grandes acciones", sentencia Carmen Ledesma.